La Policía Local de Sant Josep paralizó ayer a media mañana la celebración de una fiesta, presumiblemente ilegal, en el local conocido como Toro Mar, un antiguo coso para celebrar novilladas que tiene licencia para funcionar como bar y como escuela taurina y que está ubicado dentro del Parque Natural de ses Salines de Ibiza, en un camino que comienza en un desvío hacia la derecha antes de llegar a Sant Francesc de s´Estany.

Los agentes recibieron una denuncia telefónica y varias patrullas se desplazaron hasta el local. Muchas de las personas que participaban en la fiesta se fueron al ver los coches patrulla y otras abandonaron el establecimiento invitadas por los agentes.

La Policía no precintó el Toro Mar y no se produjo ninguna detención puesto que los agentes no localizaron al propietario, según explicó la concejala de Gobernación del Ayuntamiento de Sant Josep, Paquita Ribas.

Los policías recogieron varios tiques que encontraron tirados en el suelo, lo que hace presumir que los organizadores de la fiesta estaban cobrando por las bebidas con el local cerrado, puesto que para acceder al establecimiento había que llamar a la puerta, según explicó Ribas.

Además, los agentes requisaron el equipo de música y las bebidas, que han quedado almacenadas en la comisaría de la Policía Local de Sant Josep hasta que se localice al propietario del Toro Mar, según apuntó la regidora.

Por último, los agentes identificaron a varias de las personas que asistieron a la fiesta, por si fuese necesario recoger su testimonio en el futuro, e informaron a un empleado del establecimiento de que debería contactar con el responsable del Toro Mar, para que este hable a su vez con la Policía Local.

No es la primera vez que los policías tienen que intervenir para detener una fiesta en este lugar. El 22 de septiembre de 2005 los agentes se movilizaron alertados por los vecinos de la zona puesto que unas 50 personas se hubieran concentrado para celebrar una fiesta en el interior del coso taurino. Diez días antes la Policía Local tuvo que movilizarse después de recibir varias denuncias de vecinos debido al elevado volumen de la música emitida por unos okupas que utilizaban las instalaciones del Toro Mar como vivienda provisional.

Once años antes, en agosto de 1994, el Grup d´Estudis de la Natura (GEN) promovió una campaña para exigir la demolición de las estructuras ilegales construidas en el Parque Natural de ses Salines, entre ellas la escuela taurina Toro Mar.