Los responsables del operativo que trabaja en la extinción del incendio de Sant Joan confirmaron ayer por la tarde que el siniestro «se va estabilizando poco a poco», aunque desde el punto de vista técnico no se puede considerar todavía controlado y mucho menos sofocado.

Desde primera hora de la mañana, en que se reanudaron las tareas de extinción, apenas quedaban ya frentes activos dentro del perímetro afectado, pero sí proliferaban pequeños focos que se iban apagando tan pronto como se detectaban. En todo caso, al cierre de esta edición, la superficie del incendio no había aumentado respecto al día anterior y, gracias a unas favorables perspectivas climatológicas, se confiaba en que la evolución positiva vaya consolidándose durante las próximas horas.

La consellera de Interior del Govern en funciones, Pilar Costa, acompañada del presidente del Consell, Xico Tarrés, y los alcaldes de Sant Joan y Santa Eulària, entre otras autoridades, explicaron también que la superficie total afectada se mantiene en 1.400 hectáreas, pero recalcó en todo momento que esa cifra incluye tanto la extensión que ha resultado totalmente calcinada como las áreas que han permanecido intactas, «por lo que la superficie quemada será inferior» a esas 1.400 hectáreas, advirtió la consellera en el puesto de mando establecido en Can Coroner, en la carretera de Sant Joan.

La «positiva evolución del incendio» permitió retirar a primera hora de la mañana dos de los aviones tipo Airtractor que participaban en el operativo, con lo que el número de aeronaves que ayer trabajaron en la zona fue de 18. En total, continúan trabajando contra el incendio un total de 520 personas, veinte más que anteayer, después de la llegada de 20 técnicos cedidos por la Generalitat Valenciana, que llegaron junto a siete vehículos.

Pilar Costa añadió que los esfuerzos se centraban al mediodía en la vertiente situada más al oeste del perímetro, dado que el viento soplaba del Este. Sin embargo, por la tarde el viento se apaciguó notablemente y también se prevé que su velocidad sea muy débil durante la mañana de hoy. Mientras los vecinos que habían sido evacuados de sus casas en los días anteriores van regresando progresivamente a sus hogares, acompañados de agentes de la autoridad, continuaba el corte de carreteras y otras vías. Durante la mayor parte de la jornada no se permitió el acceso a la carretera de Sant Vicent desde Sant Joan, ni siquiera por parte de los residentes. También hubo cortes en el camino viejo de Portinatx y en la carretera que enlaza el restaurante Ca na Pepeta y el cruce de s´Hort d´en Josepet, en dirección a Sant Carles.

Desde la noche del jueves quedó restablecido provisionalmente el suministro de luz en Sant Vicent, gracias a la instalación de un generador eléctrico por parte de Endesa. Ayer estaba previsto el restablecimiento definitivo de la luz en esta zona, aunque el Govern no descartó cortes ocasionales para garantizar la seguridad de las operaciones de extinción.

Aunque a primera hora de la tarde continuaban sin línea telefónica casi 200 usuarios, dado que el calor había fundido literalmente la línea que suministra a esa zona, al atardecer se había logrado tender un nuevo cable para reanudar el servicio a los afectados.

Pilar Costa explicó que los servicios de emergencia fueron visitando todas las casas aisladas por si había personas con dificultades de movilidad que tuvieran que ser trasladadas.

Once casas afectadas, una de ellas totalmente destruida

A medida que los efectivos del operativo contraincendios acceden a los lugares que han sido afectados por las llamas se van descubriendo nuevas viviendas dañadas total o parcialmente. Ayer por la tarde se detectó una vivienda que ha quedado totalmente destruida por las llamas. Se trata de Can Puig Petit, en la venda des Murtar, cerca del camino viejo de Portinatx.

Otras diez casas han sufrido daños de diversa consideración en varios puntos del perímetro. En algunos casos el fuego destruyó alguna dependencia o instalación anexa, algún vehículo o provocó daños parciales en las fachadas.

En el caso de Can Pere Cala, sin embargo, no resultó afectada ninguna de las dos viviendas que hay en la finca, pero su dueño confirmó a este periódico que ha sufrido la pérdida de numerosos bienes, al quedar totalmente calcinados. Entre ellos se encuentra un garaje «que deberá ser derribado y reconstruido», así como un gallinero, ambos cubiertos con uralita que requerirá un tratamiento especial para su retirada. También quedó destruido un tractor, dos remolques, una lancha, una zodiac, un Land Rover Discovery, una hormigonera y numerosos aperos de labranza.

El propietario, Pere Marí, criticó el hecho de que la Guardia Civil que controlaba los accesos no le permitiera, el primer día del incendio, ir a la finca para retirar el todo-terreno y las lanchas. Al regresar al día siguiente con el mismo propósito, tampoco le fue permitida la entrada. «Y al tercer día ya fue tarde, porque se había quemado todo», afirmó ayer, visiblemente molesto.

Gráfico del incendio

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