Lluís Ferrer concluye su trilogía sobre el hondero ´Ibosità´

´Ibosità, cercle tancat´ (ilustrado en esta ocasión por la artista oscense María Maza Brualla, prologado por Iolanda Bonet y en cuya edición colabora el Ayuntamiento de Santa Eulària), sigue la estela de ´Anníbal i s´ibosità´ (2008) y ´Julia i s´ibosità, anys perduts´ (2009) y representa para el autor la culminación de más de un año de trabajo de escritura, pero «mucho más tiempo en documentación y, sobre todo, promoción» de las obras. El libro sale a la venta hoy.

Precisamente, la documentación ha sido el proceso más laborioso para Ferrer en la elaboración de su última obra. Sobre todo por el hecho de que la producción de novela histórica con Ibiza y Formentera como protagonistas es «prácticamente inexistente, aunque los trabajos históricos, serios, son muchos y excelentes», explica. «Solo meses después de que viera la luz el primer libro vi en Mallorca una obra con las islas como telón de fondo», añade el autor, que considera que su trilogía «llena parcialmente un hueco» en este género literario.

«Creo que el éxito que han tenido los libros –abunda al respecto–, sobre todo en los institutos y entre la gente joven, se debe en gran parte a que no había prácticamente nada de novela histórica sobre las Pitiusas».

Más argumento y personajes

El autor explica así la trilogía que cierra ahora: «El primer libro tiene cuatro personajes y en ´Julia i s´ibosità, anys perduts´ el número aumenta porque en él se explica el nudo argumental. En ´Ibosità, cercle tancat´ se desanuda toda la trama y explotan todos los giros que antes se cruzaban».

«La estructura técnica del tercer libro es la más sencilla porque gran parte del primero es un flashback y el segundo era a la vez una precuela y una secuela del primero, como ´El Padrino II´. Por el contrario, el tercero comienza donde acaba el segundo y es unidireccional, va directo hasta el final, sin filigranas narrativas. Es una novela pura y dura», explica el autor.

Pero el desenlace de la atormentada existencia del hondero de la Ibiza púnica también incluye guiños a la historia del resto de las Balears y del Mare Nostrum. «Podría decirse que [´... cercle tancat´] es una modesta epopeya mediterránea», se atreve a señalar su autor. De hecho, en este tercer libro el valiente, orgulloso y egoísta hondero ibicenco rompe las pequeñas fronteras insulares en un viaje de varias décadas antes de enfilar, en los últimos capítulos de la obra, el camino de su destino, que se cruzará con la historia familiar del escritor.

Es precisamente la relación de la historia de Lluís Ferrer con parte de la trama del libro lo que sorprende en esta última entrega de la trilogía. Para desarrollar la historia, el escritor utiliza a su bisabuelo, Toni de sa Vilda, y sus hijos, que emigraron a diferentes países por razones económicas.

En la fábula que crea alrededor de sus antepasados (únicamente sus nombres se ajustan a la realidad), se inventa una tradición mediante la cual el último Ferrer, antes de fallecer, debe narrar la historia familiar a sus descendientes. Y esta historia no es otra que la del hondero.

Desde Aníbal hasta Arquímedes

Si en los dos libros anteriores el protagonista es un hombre abatido, golpeado y arrastrado por la vida, con la única idea de la venganza como soporte vital, en ´… cercle tancat´ la trama no se complica pero se desvía ligeramente para esbozar un sorprendente retrato de cómo pudo ser aquella época de epopeyas y héroes.

Desde el omnipresente Aníbal hasta su Némesis el romano Escipión el Africano o el cónsul romano Marcel, pasando por el sabio Arquímedes, en esta última entrega de la historia del guerrero ebusitano Ferrer llega incluso a aventurar cómo se repobló Formentera. Es parte de su apuesta por las leyendas pitiusas, que recupera permitiéndose no obstante saltos históricos difícilmente justificables de no ser esta una obra enhebrada a base de caprichos.

El libro se presentará el próximo sábado 20 de noviembre a las ocho y media de la tarde en el Palacio de Congresos de Santa Eulària.