Opinión | Para empezar

La idea de Europa contra la barbarie

Europa devastada tras una guerra que desató los cuatro jinetes del Apocalipsis. Muerte, hambre, destrucción, miseria, enfermedad, dolor inmenso. Un mundo que ya nos parece ajeno, tan lejano, propio de los libros de historia. Pero que es nuestra historia, y no hace tanto tiempo que ocurrió: no se han cumplido aún 79 años del fin de la Segunda Guerra Mundial. Todavía hay personas que la vivieron de forma directa y pueden dar testimonio de primera mano sobre aquellos años oscuros. Los visitantes del Parlamento Europeo, en Bruselas, recorren una exposición que empieza con esas imágenes de ciudades reducidas a escombros por donde deambulan supervivientes desorientados: esa es la raíz de la Unión Europea, evitar otro desastre bélico como las dos guerras mundiales que habían llevado a la catástrofe al continente en la primera mitad del siglo XX.

Cooperación para el desarrollo colectivo; valores como libertad, democracia, libertad de expresión, derechos humanos, el progreso basado en la solidaridad entre las regiones. Unas normas y un espacio comunes blindados contra la barbarie.

Todos los ciudadanos de la UE deberíamos visitar al menos una vez en la vida el Parlamento Europeo para entender el origen y la esencia de la Unión Europea; para valorar lo que significa vivir en paz y con unas garantías democráticas, algo que no deja de ser una burbuja de extrema rareza en un planeta dominado por los conflictos, las tiranías y los desastres, ahora también los provocados por la crisis climática. Con una guerra en el seno mismo de Europa que está reventando sus costuras, hoy más que nunca debemos reflexionar sobre lo que es la UE y lo que representa, más allá de sus debilidades y sus contradicciones, que sin duda las tiene.

Frente a esa idea de Europa contra la barbarie se alza otra que agita el miedo y el rechazo al diferente, más exactamente al pobre, como agresiva bandera. Hoy tenemos la oportunidad de decidir con qué idea de Europa nos identificamos.Con qué futuro.

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