Opinión | Tribuna

Un ‘no’ incomprensible para las mujeres

El pasado martes, el Partido Popular, sus diputados y diputadas de Ibiza y Baleares incluidos, votaron ‘no’ en el Congreso al inicio del trámite parlamentario para prohibir el proxenetismo, es decir, el lucro de los que explotan a mujeres a través de la prostitución. Se trataba de una toma en consideración, por tanto, la propuesta del PSOE no era una propuesta cerrada e intocable, sino un mero inicio del debate, que abría la puerta a propuestas de mejora de todas las formaciones políticas.

El Partido Popular había votado a favor de una iniciativa similar la pasada legislatura y había dado claras muestras de querer trabajar para abolir la explotación sexual de las mujeres pero esta vez, a la hora de la verdad, los cálculos electorales y el objetivo superior de debilitar al Gobierno se antepuso a los derechos de las mujeres. Una vez más, ese feminismo de quita y pon que les caracteriza.

Es incomprensible y es indignante. El delito de proxenetismo, tal y como está establecido actualmente en el Código Penal, resulta inaplicable y así lo ha reflejado reiteradamente la Fiscalía General del Estado en sus informes. Es urgente cambiarlo y facilitar que aquellos que se enriquecen utilizando a las mujeres como mercancía, como bienes de consumo, no queden impunes.

Desde el Partido Socialista somos plenamente conscientes de que esta medida no servirá para acabar con la prostitución, la esclavitud del siglo XXI, pero sí sabemos que es imprescindible tomarla para llegar algún día a conseguirlo. Como lo es la educación y el compromiso de los hombres para dejar de comprar cuerpos de mujeres para hacer con ellos lo que deseen o el apoyo de las instituciones para que las mujeres traficadas y vulnerables que han caído en manos de las mafias y los proxenetas tengan la alternativa en la vida que todo ser humano merece.

La propuesta del PSOE proponía castigar cualquier forma de proxenetismo, la tercería locativa (es decir, el uso de locales y pisos como lugares de negocio para el consumo de prostitución), la demanda de prostitución y darle a las mujeres víctimas de prostitución el reconocimiento legal de víctimas para que nunca sean ellas las que paguen las consecuencias legales de estar atrapadas en esa vida que relatan las supervivientes de maltrato, vejaciones, violaciones y violencia de todo tipo.

Resulta igualmente incomprensible que aquellos partidos considerados más de izquierdas que el PSOE, que alientan cualquier lucha contra el libre mercado en otros ámbitos, no vean que las mujeres no podemos ser meramente carne al alcance de cualquiera que quiera pagar por usarnos a su antojo. Hagamos la reflexión de por qué no existe un mercado análogo de hombres prostituidos o de cómo es posible que se pueda consumir prostitución en cualquier lugar de nuestro país a precios asequibles para cualquier bolsillo. No existe ‘servicio’ más accesible en todo el territorio nacional que el de la prostitución y cualquier mujer o niña puede encontrar reemplazo en cuestión de horas para que esta maquinaria no pare nunca. Solo con esto, el feminismo sabe que por ahí no es el camino correcto.

El modelo de Europa que decidiremos el próximo 9 de junio también va de esto. De partidos sin principios y que abandonan a las mujeres por intereses meramente partidistas o electoralistas, de partidos abiertamente regulacionistas de la prostitución que la consideran un trabajo más o de partidos, como el PSOE, que defenderemos, incluso si nos quedamos solos, los derechos de las mujeres. El martes perdimos para ganar, porque la lucha de las mujeres no ha acabado y estamos en el lado correcto de la Historia, no tengo ninguna duda. Seguimos.

Milena Herrera es diputada del PSOE en el Congreso por las Illes Balears

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