desde la mola

Preocupaciones o soluciones

Valentín Villagrasa

Valentín Villagrasa

La semana pasada, los comentarios de bar se centraban en los robos cutres de comercios en Sant Francesc y zonas colindantes. Alarma social incluida porque el comerciante no sabe si por la mañana se encontrará el cristal de su puerta hecho añicos y cuatro cosas de tarifa de seguro obligatorio. Ahí seguimos expectantes por saber quién o quiénes son los cacos. Aunque por la monta de lo robado y la laxitud de la ley entran y salen a placer de los juzgados y así hoy y mañana también. La sociedad no sabe a quién responsabilizar de ese flujo entre te detengo y lo ponen en libertad con cargos. No sabe si es delito o falta (la cuantía del robo lo determina). Solo entiende que pueden delinquir al día siguiente sin que pase más allá de otro traslado gratis en el ferry de Ibiza. Seguramente el legislador deberá implementar el castigo punible para evitar que se convierta en costumbre. En una sociedad tan reconocible este tipo de delitos preocupan y mucho. La solución… ojalá la tuviéramos los escribidores.

Volvamos al capítulo de preocupaciones. El segundo gran tema doméstico del que se habla en los lugares públicos donde hay más de dos. ¿Habrá kioscos este verano en Formentera? Nadie se atreve a dar una respuesta con cierta base científica.

Hay más un deseo común de que se solucione el entuerto que razones a favor. El presidente ha dicho, con cierta vaguedad argumental, que intenta solucionar lo antes posible el problema. De su comunicado no atisbo un camino hacia esa resolución que quiere dejar entrever. Usted me perdonará señor Córdoba (no dudo de su voluntad en darle salida al problema) pero leído y releído lo que ha expuesto no encuentro el enunciado de un ‘si habrá kioscos’. La complejidad del error monumental de antaño (ya sabemos que lo ha heredado) no le exime de encontrar la vía adecuada. Intentarlo y tropezar con la realidad jurídica del tema es perpetuar esta situación. Hay que salir del limbo donde se encuentran unos y otros. Decidan lo que decidan alguno se sentirá agraviado y planteará un contencioso, pero con eso deben convivir y tomar la decisión de avanzar en un sentido o el otro. Quedarnos a verlas venir agranda y mucho la sensación de que este verano lo pasaremos (lamentablemente) sin estos kioscos de playa que forman parte de nuestro paisaje. Alguien con cierta tristeza me dijo que los furtivos solucionarán el problema de abastecimiento en las playas... ¿No les parece una solución cutre para un problema que debía estar resuelto?

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