Le Senne se salva en catalán

Matías Vallés

Matías Vallés

Los anónimos letrados del Parlament han salvado a Balears de la disolución dolosa de Vox, de la parálisis del Govern de Marga Prohens y de la abulia de una sociedad que ha vuelto a demostrar su nulo compromiso democrático. El atentado contra la institución a cargo de cinco irresponsables ha sido atajado por los funcionarios en un pulcro catalán, para amargar la alegría de Gabriel Le Senne y rematar el duelo de los asaltantes.

Los entrantes y salientes de Vox tienen que tragarse la humillación de citas al Institut d’Estudis Catalans y al Diccionari de la Llengua Catalana como criterios de autoridad, por no hablar de la mención a las Corts Valencianes. El idioma en que está redactado el dictamen dificultará su lectura por los protagonistas de la charlotada, aunque varios de ellos tampoco lo hubieran entendido en castellano.

En cuanto al contenido, es obvio que los letrados del Parlament alcanzan una conclusión diametralmente opuesta a la que establecen sus «Consideraciones». Tenían preparado el veredicto contrario, y por fortuna volvieron sobre sus pasos para rescatar a una comunidad que ha demostrado que no lo merece. Valga como aportación singular la constatación en el Informe de la cobardía de los tránsfugas, que se cuidaron de que sus dos víctimas no acudieran a la reunión del grupo donde se pretendía expulsarlos. Balears no tiene quien la defienda, y los escasos héroes que alienta lo son contra su voluntad. Nada nuevo.

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