Las entrañas de la ley de amnistía

Les aconsejo refugiarse en la serie ‘The West Wing’ (‘El ala oeste de la Casa Blanca’) cuando la política tome rumbos estrambóticos. Leo McGarry, personaje de ficción en la serie y hombre de confianza del presidente, protagonizado por el actor John Spencer, dice en uno de los capítulos: “Hay dos cosas en el mundo que nadie debería ver cómo se hacen: las leyes y las salchichas”.

Qué gran frase. Algunos la podrían considerar poco democrática. Puede que hasta pudiera ser considerada como una forma de ocultar las entrañas de las leyes. Sin embargo, la apreciación y el ejemplo no dudan del resultado final, sino de su elaboración.

Se ha hablado tanto de la ley de amnistía, tanto de los contactos entre el Gobierno y JxC, tanto de las dificultades y los límites de la ley, tanto de la supuesta intromisión de los jueces, que, al concluir el proceso y no ser aprobada, la sensación fue de profundo fracaso al menos para sus impulsores. Solo había que observar el rostro de Pedro Sánchez para evidenciar su tremenda decepción, o hasta su frustración, ante la decisión de Junts de votar en contra.

El riesgo de las fuerzas políticas que juegan a convertir los tira y afloja en argumentario político es que después nadie se crea nada por cansancio. Ese es el resumen de la frase de McGarry dirigida a sus colaboradores. Todos coinciden en que hay que hacer publicidad de las negociaciones de una ley que busca la eliminación de las armas en los EEUU de 1999. Él, sabio, lo niega.

Como las salchichas, mejor explicar su elaboración una vez hechas. La ley de amnistía que pretendía aprobar Sánchez tiene en su elaboración todas las malas praxis que la política puede llegar a inventar. Sobre todo, por parte de Junts, al que le importa más bien poco cómo concluya su redactado. La cuestión es erosionar al Gobierno, a la Justicia y, de paso, al Estado. Objetivo logrado. Y si se puede añadir en la exposición parlamentaria que los jueces españoles son prevaricadores, la estrategia está bordada. Ahora tienen un mes para seguir exponiendo la carne cruda de la ley. Disparatado.

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