En Ibiza llueven turistas

Me van a perdonar la frivolidad del titular, sugerido por Miguel, mi compañero de la web, pero por desgracia se ajusta perfectamente a la realidad de los últimos días en la isla. En poco menos de dos semanas, tres jóvenes se han precipitado, o han saltado presas del delirio provocado por el consumo de sustancias alucinógenas, desde balcones en sus alojamientos. Todos los casos se han dado en Sant Antoni, paraíso del joven y descerebrado turista británico. Dos de ellos, ambos de Reino Unido, han resultado muertos. Tenían sólo 22 y 35 años y las drogas y el alcohol han jugado un papel crucial en sus caídas fatales. La tercera persona en precipitarse desde una ventana, pero sin sufrir ni un rasguño, fue una joven turista, de la que no trascendió su nacionalidad aunque imagino que no perdería dinero si apostara a que era también una hija de la Gran Bretaña. No sé si esta chica, al despertar de la borrachera, fue consciente de que había vuelto a nacer gracias a un toldo milagroso que amortiguó el golpe. Probablemente no lo suficiente como para dejar de beberse el agua de los jarrones. Acaba de empezar el verano y, en esta caótica isla, no cae ni una gota de agua, pero sí llueven turistas... de los balcones. Y el verano no ha hecho más que empezar.

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