Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Prats, Xescu

¿Catástrofe ambiental o vertido intrascendente?

En el momento en que escribo estas líneas, se cumplen 21 días de vertido de aguas fecales en la bahía de Portmany, por una rotura en Caló de s’Oli de la red de saneamiento que une Cala de Bou con la depuradora de Sant Antoni. Durante todo este tiempo, se ha producido un potente e ininterrumpido caudal de mierda, aceites y todo tipo de desechos al mar, tal y como ponían de manifiesto unos vídeos publicados estos días, en los que puede apreciarse la magnitud del suceso y cómo el fondo marino de la bahía ha quedado cubierto de heces y toallitas.

Durante estas tres semanas, también hemos tenido que escuchar cómo los responsables de Abaqua, una empresa del Govern balear que tendría que haber arreglado esta tubería hace años, antes de que sucediera este desastre anunciado, decían que era precipitado calificar el suceso de «catástrofe». Tal vez habrían preferido que se le denominara ‘ligero derrame’, ‘nimio incidente’, ‘enturbamiento intrascendente’ o incluso hilillos de plastilina, como cuando Mariano Rajoy explicaba la calamidad del Prestige. 21 días con miles y miles de residentes y turistas tirando de la cadena y vertiendo directamente a la bahía solo puede calificarse de catástrofe con mayúsculas y lo mínimo es que los gestores públicos, que cobran del dinero de nuestros impuestos, no nos traten como imbéciles.

Para sostener esta tesis de que el vertido es un asuntillo menor, nos han informado también de que los análisis que se han realizado en la zona de Caló de s’Oli determi-nan que los índices de concentración de materia fecal son inferiores a los máximos permitidos. No hace falta ser premio Nobel en Química para deducir que, si se han tenido que cerrar playas por vertidos mucho menores, de tan solo unas horas, algo más debería de haber ocurrido con un torrente de mierda de tres semanas. Que nos expliquen exactamente dónde y qué días se tomaron las muestras en la zona de Caló de s’Oli y el resto de la bahía. A ver si en estos 21 días solo han hecho un par de pruebas en la zona del vertido y encima la corriente empujaba en sentido opuesto. Lo contrario es desinformar y tratar de minimizar el impacto.

Sorprende, por ejemplo, que en tres semanas no se haya tomado una sola medida para reducir el caudal de aguas fecales que acaban en el mar como, por ejemplo, limitar de alguna manera los consumos o, como mínimo, advertir a la población y a los clientes de los hoteles de lo que está ocurriendo y difundir consejos y medidas orientadas a minimizar el impacto. La inacción y el nivel de incompetencia son asombrosos.

Abaqua, sin embargo, no es el único responsable, porque parte de la solución para renovar estas desastrosas infraestructuras de la bahía dependía de que los ayunta-mientos de Sant Antoni y Sant Josep cedieran suelo y no lo han hecho por razones in-comprensibles. Da igual el lado por el que salga la mierda porque se acaba esparcien-do por toda la bahía y los consistorios deberían ser los primeros interesados en evitarlo. En ses Variades, por ejemplo, la peste que algunos días traía la brisa del mar resultaba insoportable.

El asunto de las fronteras municipales y la tensión entre ayuntamientos roza el ridículo en muchas cuestiones. Probablemente deberíamos plantearnos una forma de gestionar el territorio ibicenco que fuera más eficaz, solidaria y ordenada.

Nos insisten desde hace años en que la solución a los vertidos en la bahía de Portmany pasa por la construcción del nuevo paseo marítimo que unirá Cala Gració con Port des Torrent. En la zona de Cala de Bou incorporará en el subsuelo las nuevas canalizaciones de la red de saneamiento, evitando los constantes focos de contaminación por atascos y roturas, que todos los veranos acaban provocando el cierre de distintas playas de la bahía. Este verano ha ocurrido, que sepamos, en s’Arenal y la Platja d’en Xinxó, ocasionando una imagen turística vergonzosa y un acusado descenso en la calidad de vida de los residentes.

El paseo marítimo tal vez sea la solución al problema. Sin embargo, cuando se pregunta por la fecha real en que quedará terminado, nadie responde. ¿Tres años? , ¿cinco?, ¿diez? En todo caso, de lo que no cabe duda es que la bahía no puede permitirse otro episodio como éste. Abaqua ha renovado solo un minúsculo tramo de la destartalada tubería de fibrocemento que conduce las aguas residuales a la depuradora y puede reventar por otro lugar en cualquier momento. Si algo nos ha demostrado este terrible episodio es que, cuando se actúa de urgencia, las cosas van mucho más rápido. Y renovar las infraestructuras de saneamiento de Cala de Bou es extraordinariamente urgente. Otro día entramos a valorar la posible comisión de un delito ambiental o contra la salud. De vergüenza.

@xescuprats

Compartir el artículo

stats