Diario de Ibiza

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Los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos» (Mt 20, 16)… en el Reino de los Cielos. Jesús priorizaba a los más pobres y a los enfermos en su acción cotidiana. Le supuso muchos enfrentamientos con los fariseos y con los saduceos que veían a estos «últimos» de la sociedad como aquellos que no contaban. Jesús devolvía la dignidad a aquellos que la sociedad de su tiempo les había arrebatado.

Los últimos, para Dios, son los primeros. Nos muestra el camino a seguir para llegar a una sociedad de bienestar para todos y no solo para unos cuantos.

Estamos finalizando la temporada de verano. Una temporada buena. En la que los servicios de Cáritas, así como de otras entidades que colaboran con los más desfavorecidos, hemos visto como la mayoría de nuestros participantes encontraban trabajo y no necesitaban de nuestra colaboración. Una temporada que esperemos se alargue a todo el mes de septiembre y parte de octubre. Sería una buena señal para todos. Para empresarios, para trabajadores y para aquellos que tenemos que aportar ayudas a los que «su» temporada no ha sido nada diferente a las demás. Aquellos descartados que viven en la calle y a los que nadie «contrata» (Cf. Mt 20, 7).

Llegarán los fríos del invierno y continuarán en la calle. El famoso centro de Es Gorg continuará siendo un proyecto. Como tantos otros proyectos que les cuesta ver la luz. Otros proyectos, un nuevo campo de fútbol, por ejemplo, verán la luz mucho antes que un centro de baja exigencia para los más desfavorecidos. Todo depende de las prioridades.

Y lo prioritario depende de tantas cosas y sobre todo del interés que se tenga para que un proyecto sea una realidad o se quede tan solo en un proyecto.

Sabemos que el proyecto de Es Gorg es un proyecto que interesa a muchos, es un proyecto que se viene trabajando hace muchos años, un proyecto que pronto verá la luz por que son muchos los que empujamos, e incluso incordiamos, para que así sea. Debe ser, para una sociedad como la nuestra, una realidad. Una sociedad que mueve tanto dinero, no puede olvidarse nunca de los más desfavorecidos. Que los más necesitados nunca dejen de ser una prioridad para nuestra sociedad insular.

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