Opinión | Desde La Mola

1 de mayo

Si miramos hacia atrás (qué haríamos sin internet o antes sin la Espasa) la historia del Primero de Mayo nos lleva a la lucha del 1 de mayo 1886 en Chicago en la defensa de la jornada de ocho horas y que costó seis muertos y muchos más heridos. También nos traslada a la época del nacionalcatolicismo de la dictadura con la celebración de San José Obrero (Pio XII en 1955) y la exhibición de los Coros y Danzas de la sección femenina en el Santiago Bernabeu donde las regiones hacían gala de sus tradiciones seculares. Hoy el 1 de mayo (año II del covid) nos dejará el nuevo menú de Andoni Luis Aduriz en Mugaritz, con ese recorrido por las 20 primeras veces… un largo puente electoral en el Madrid de Ayuso e Iglesias, con permiso de Sánchez (aunque allí el 5 de mayo se puede liar la del 2 de mayo). Unas vísperas del final del estado de alarma con un más que presumible paseo por el limbo jurídico y muchas cosas más que irán nutriendo el día a día de los informativos. Quizás las secuelas de una laxa Semana Santa con tránsito hacia la cuarta ola. Seguramente seguiremos oyendo hablar de Rociíto y Antonio David. Y aquí por la Mola y seguramente por toda la isla parece que puede sonar el pistoletazo de salida a la temporada (algunos llevan ventaja desde el 25 de marzo y no les ha ido mal, dicen). Cada conversación sobre el tema es diferente según el interlocutor. Ya sean hosteleros o restauradores y es que cuentan lo suyo según les va la feria. Pero subyace en el fondo que este año será mejor que el año pasado (al menos en el imaginario popular) porque hay más dinero que gastar.

Mientras la actividad en reformas y adecuación de locales va viento en popa… lo digo por los signos externos y los trabajadores almorzando en los bares a esa hora del hambre de las nueve de la mañana. Se respira esperanza, se respiran proyectos nuevos y renovación de los viejos hacia un futuro al que le hemos puesto fecha, el primero de mayo. Es cierto que luego las circunstancias (sobre todo las adversas) pueden variar el día exacto. Pero lo que es más que seguro que todos los ojos están puestos en el momento que caiga el mes de abril de los calendarios de muchas cocinas de Formentera. Hay necesidad económica y psicológica de que así sea.

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