Hace unos días una conocida de Facebook aseguraba en su muro que gracias a las redes sociales y los teléfonos móviles ya somos «todos periodistas» y que eso iba a liberar a esta sociedad de las mentiras que cada día aireamos los profesionales de la información. Lo hacía después de compartir varios de los miles de bulos que circulan de muro en muro y de móvil en móvil, entre ellos uno muy famoso difundido por el programa de Ana Rosa Quintana que ella misma se vio obligada a desmentir. En los últimos días el caballo de batalla de los apóstoles de la verdad cibernética son los números, los de contagios y los de muertos. Se acusa a los medios de comunicación de dar cifras que no son las reales. Pero ¿cuáles son las cifras reales? Los medios ofrecemos cada día las que nos dan las administraciones públicas, pero ninguno, de ninguna línea editorial, ha negado nunca que serán muchos más tanto los contagiados como los fallecidos. Luego se puede elucubrar sobre si son dos veces más, tres, cinco o diez. Lo que no logro entender es que hay algunos que parece que hinchan el pecho a medida que crece el número de víctimas, en un macabro cuanto peor, mejor. Visto lo visto, creo que por ley debería haber al menos un trol, o varios, en cada contingente de 'amigos' de las redes o los hilos telefónicos. Es la única forma de calibrar la profundidad del lodo de los 'coronabulos', o al menos de aproximarse a la cifra 'real'. # yomequedoencasa