Sí, ya era hora de que el Govern de Balears concediera el Premio Ramon Llull a Enric Majoral (dicho con acritud, pero sin menoscabo de los méritos de los anteriormente reconocidos). Coincidirán conmigo (los de aquí y otros muchos) que a Majoral se le asocia directamente con la marca Formentera. Aunque sus creaciones han traspasado los límites de nuestra isla (recuerden que fue Premio Nacional de Artesanía), su trayectoria profesional y personal está directamente asociada a esta tierra que limita al norte con Ibiza y al sur con el horizonte mediterráneo en el que se inspira el Majoral artista. Si siguen leyendo no esperen de este escribidor que sea imparcial y objetivo. Nada de eso, soy parcial, subjetivo en mi opinión y consideración e incluso muy pelota con el personaje. Reconozco que la amistad y la lealtad deben ser críticas, incluso socarronas, como es el caso de Josep María Roca o ácida y radical, como la de Joan Güell (los dos amigos de Enric). La mía se ha convertido en lisonjera y aduladora por convencimiento. Entre el listado de premiados con este galardón les aseguro que me faltaba el nombre de Enric Majoral (de muchos conozco su trayectoria, a otros muchos ni los he oído mencionar jamás) porque ha puesto a contribución de Formentera (y de las Baleares) una forma muy singular de entender la luz, el paisaje y los usos y costumbres de esta parte del archipiélago. Sus creaciones nos acercan mucho más a ese Mediterráneo que nos rodea, a las diferentes formas de vida de las gentes de Formentera (muchas coinciden con lo que nos da el mar o cómo y con qué se obtienen). Higueras, barcas, sargantanes, posidonia, hinojo y un largo etc de elementos con los que convivimos aquí, forman parte de la exposición permanente de sus creaciones.

Nadie que viene a Formentera deja de pasar por su tienda-taller a ver qué se cuece en ese mundo de arte con mayúsculas que surge de Enric Majoral. De ahí mi afirmación de «Ya era hora». Pero es que además de esa faceta profesional, Enric ha mantenido una actitud personal de compromiso con los principios de solidaridad y libertad individual y colectiva que surgen de una sociedad en progreso. Como ven no le faltan méritos al muchacho de 70 años. Ya son dos los amigos con el Ramon Llull bajo el brazo? Sí, Vicente Mayans Escandell de Cas Ferrer allá por el 2006 y Majoral del 2019.