El restaurante de First Dates ha dejado todo tipo de imágenes para el recuerdo desde que abriera sus puertas al público en abril de 2016. Durante estos últimos años hemos sido testigos de auténticos flechazos que han acabado en boda y de citas que han terminado mucho antes de la cuenta ante la incompatibilidad de sus comensales. También de otros momentos cuanto menos surrealistas, como el que han protagonizado recientemente Paco y Marijose, quien ha llegado al programa de Carlos Sobera con una rata bajo el brazo para la sorpresa de su cita.

Pero la cita entre Paco y Marijose en First Dates quedará para los anales del programa de Cuatro. Nunca se había visto nada igual.

Marijose quería conocer a un chico activo, que no parara quieto y que le siguiera en todas su aventuras. Paco es más calmado, lleva una vida organizada y es más precavido a la hora de hablar de ciertos temas en una primera cita. Aunque de primeras no hubo una conexión total, poco a poco empezaron a entrar en calor y a sentirse más a gusto durante la cena.

Sin embargo, cuando empazaba a haber conexión y estaba fluyendo la conversación... ¡llegó el bombazo! Marijose le pregunta a su cita si a éste le gustan las mascotas, Paco responde que sí y la chica empieza a desvelar poco a poco la noticia: "En casa yo tengo dos gatas y un perro". Pero no quedó ahí la cosa, a los segundos comentó: "Luego siempre llevo conmigo una mascota, a todos los lados...".

Una rata presidiendo la mesa

Al escuchar este último comentario, Paco responde: "¿Pero debajo del brazo? ¿Qué es? Un perrete, ¿no?". Marijose desveló por completo su secreto y sacó la mascota de su bolso: "No, se llama Gertrudis, es una rata". El hombre no sabía dónde meterse, no quitaba los ojos al animalito y preguntaba con el gesto contrariado: "¿Está disecada o algo?". Ella, que no podía parar de reír, dice: "No, no, no...".

Con la rata presidiendo la mesa, la cita continuaba hablando de este animal. Marijose acaricia el pelito de la rata mientras explica: "Mis amigos y yo nos llevamos a Gertrudis a todos lados... esta es una de mis locuras, para que veas que la locura no tiene cura". Paco, cada vez más serio y sin entender nada, afirmaba sin decir una sola palabra.

Paco, que no quería ver más a la rata sobre la mesa, antes de empezar a comer su plato, le dice a Marijose: "No quiero decirte nada para no incomodarte, pero si la guardas, mejor". La mujer, que no paraba de sonreír, coge la rata disecada y la guarda de nuevo en su bolso.