Todo puede pasar en un programa de la talla como First Dates. El programa de citas más viral de la televisión cuenta en su repertorio con decenas de programas en los que varias parejas se encuentran en una cita a ciegas con Carlos Sobera como medidador y en el que muy rara vez triunfa el amor. La cita de Fernando y Anghie en el programa First Dates no acabó del todo bien. Y no es que hubiese una actitud tremendamente machista como la que tuvo Eduardo con Charo, también esta semana, es que la bronca ha sido más bien sexual y económica.

Anghie, su cita, es una chica muy transparente, espontánea, sincera… Y le gusta entrenar de lunes a viernes. Fernando buscaba a una chica latina porque son más echadas para delante, pero la cita comenzaba con mucha timidez. Él ha querido saber si estaba estudiando y ella le ha contado que trabajaba con su hermano y que no conocía todavía mucho del país. La verdad, es que Anghie se ha quedado cortada porque Fernando no le gustaba.

Pero luego empezaron a hablar de sexo, y a ella su acompañante le pareció, en este aspecto, "soso" y "sumiso".

En el tema sexual, Anghie le ha dicho que ella podía tener muchas veces sexo en una noche y cuando ha escuchado que él “con una voy chutando”, ha exclamado un “qué triste”. A Fernando le gusta darle el poder sexual a la chica y su postura sexual es con ella encima y ella lo ha definido como “sumiso”, todo lo contrario a lo que a ella le gusta.

 La cita entre estos dos solteros pareció no dar sus frutos y la ausencia de la chispa del amor terminó haciendo saltar por los aires la tensión. La pareja ya se había desplazado hasta el bar de la entrada, donde debían pagar la cuenta, tras un encuentro sin brotes verdes. Lo que menos se esperaba este soltero es encontrarse con que su pareja se iba a negar a pagar la cena de la que acababan de disfrutar, a pesar de haber dicho durante la cita que iba a pagar la cuenta al completo.

"Yo no tengo dinero para pagar", dijo ella, a la espera de que fuera su acompañante el que afrontara el gasto total. Sin embargo, él afirmó estar en la misma situación y, tras pasarse la pelota del uno al otro en varias ocasiones, ella terminó dando por hecho que él tenía dinero para pagar la cena: "Claro que sí".

La tensión fue tal que, durante un momento de silencio, hasta las camareras se sintieron fuera de lugar. "¿Tú cuando sales con chicas por ahí sales sin plata?", le lanzó la comensal a su compañero, que recibió como respuesta la misma pregunta. En ese momento, ella dijo que había sido él quien había dicho que le iba a invitar, aunque lo cierto es que ella admitió que podía pagar toda la cuenta.