Análisis post-18F

El rotundo triunfo del PP en Galicia da margen a Feijóo para olvidar las revelaciones sobre la amnistía

División entre los barones: algunos piden en privado tomar nota de los “errores” de la campaña, otros solo quieren fijarse en el hundimiento del PSOE

El líder de los conservadores acusa a Sánchez de llevar a los socialistas a "la irrelevancia política" en "buena parte de las comunidades" solo para "salvar la presidencia"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a su equipo, felicita a su candidato, Alfonso Rueda, tras su victoria en las elecciones gallegas del 18 de febrero.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto a su equipo, felicita a su candidato, Alfonso Rueda, tras su victoria en las elecciones gallegas del 18 de febrero. / PP

Pilar Santos

Pilar Santos

Es probable que, si en Navidad escribió carta a los Reyes Magos, Alberto Núñez Feijóo pidiera unos resultados en Galicia calcados a los de este domingo: el PP, con una mayoría absoluta de 40 escaños, pero dos menos que los logrados por él mismo en las elecciones de 2020; el PSOE, con su peor resultado de la historia en esa comunidad (9 diputados), y Vox, con cero parlamentarios.

Las victorias son el mejor pegamento de los partidos y, si van acompañadas del hundimiento del contrincante, miel sobre hojuelas. Esa coincidencia en Galicia ha supuesto todo un bálsamo para el líder del partido, que va a tener margen para correr un tupido velo sobre algunos fallos de la campaña atribuibles directamente a él como jefe de filas. Los miembros de la dirección del partido, entre la euforia por el triunfo y por el daño infligido a Pedro Sánchez, no veían este lunes la necesidad hablar de los “errores” cometidos, algo que, sin embargo, algunos barones (por ahora sin cámaras) sí que piden analizar sin querer hacer más concreciones. “Hay cosas que mejorar”, afirma uno. “No aprender de los errores nos hace débiles”, responde otro. 

Pero esa vía de autoexigencia, que ninguno reconoce que va a expresar en la reunión con Feijóo de este martes en la sede de Génova, no tiene consenso entre las baronías. Otros presidentes autonómicos, algunos a través de sus portavoces, siguen cerrando filas con Feijóo: “No sé qué nos tenemos que criticar con un 40-9”, responde un asesor recordando los escaños obtenidos por el PP y por el PSOE.

“Sánchez destrozó a los alcaldes y a sus barones en mayo, ahora lo ha vuelto a hacer. No sé a qué esperan para frenarle los pies”, tercia un presidente autonómico del PP recordando las elecciones de primavera en las que el PSOE perdió casi todo el poder autonómico. El señalamiento de la caída de los socialistas es la máxima que este lunes preconizaban Génova y muchos barones. "Siempre hay que aprender. Pero los que han tenido una derrota histórica son el PSOE y Sumar [0 escaños]. En Galicia son cinco las mayorías absolutas. Tenemos que aprender del PP gallego", asegura un tercer líder autonómico.

Impacto muy limitado

Pese a la debacle socialista y las consecuencias para Sánchez a medio plazo, los nervios con los que el propio Feijóo y miembros de su equipo llegaron a la noche electoral gallega fueron totalmente insólitos. En esa comunidad, el PP ha gobernado 36 de los últimos 43 años. Los socialistas solo en dos breves periodos, entre 1987-1990 y 2005-2009. Esa tensión de Génova se debió a unas encuestas internas que les daban que sacaban la mayoría absoluta raspada (con el miedo añadido de que se volvieran a equivocar, como en julio) y a unas noticias sobre el independentismo y la amnistía cuyo impacto ha sido muy limitado en el electorado de derechas de Galicia, tal como han demostrado los resultados. Si hubiera sido mayor y los conservadores hubieran perdido la Xunta, Feijóo habría tenido un problema grave de liderazgo, algo que ningún barón deseaba en estos momentos.

Fuentes de la dirección explicaron el viernes 9 de este mes a 16 periodistas que Feijóo encargó un informe a su equipo jurídico para saber si era posible conceder la amnistía y aseguraron que estaba abierto a conceder un indulto a Carles Puigdemont “con condiciones”. Estos detalles que fueron en un primer momento dichos por el propio Feijóo en un mitin el sábado, 10, fueron desapareciendo de sus discursos hasta convertirse en acusaciones a la prensa de manipulación. 

El giro del equipo de Feijóo con la amnistía y los indultos no perderá el foco en los próximos meses porque, en junio, hay elecciones europeas y la campaña contra la medida de gracia ha sido la principal línea de argumentación del PP contra el Gobierno central y sus acuerdos contra los independentistas.

Vox, cero diputados

“Es tan grande el error estratégico que Feijóo ha tenido margen para decir que no es verdad y decir que la prensa miente. Es tan increíble ese cambio de discurso entre lo que dice en público y en privado, que el electorado ha pensado que es un bulo”, señala un diputado del PP tratando de buscar una explicación al poco rédito que Vox ha sacado de ese fallo estratégico de los populares. La fuerza de ultraderecha se ha vuelto a quedar fuera del Parlamento autonómico y apenas ha mejorado el número de votos (de 26.485 ha pasado a 32.493). 

El líder de los populares se fue este lunes a Santiago de Compostela para participar en la junta directiva del partido gallego. El gesto ya lo tuvo con él Mariano Rajoy en 2009, recordaban en su equipo. "Galicia dio un ejemplo a toda España", declaró Feijóo. "El Gobierno quería hacer de estas elecciones un problema electoral del PP y ha sido una gran oportunidad política para España", dijo antes de subrayar que Sánchez está llevando a los suyos a "la irrelevancia política" en "buena parte de las comunidades". "Y todo -añadió- para salvar la presidencia y el Gobierno".

Lo de Ayuso y Casado, un "atasco"

En su intervención, Feijóo también se refirió al choque entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, del que estos días se cumplen dos años. El ahora presidente de los populares habló de aquel trágico episodio como un "atasco". "Los señores del PP teníamos un atasco en nuestra organización y se decidió convocar un congreso extraordinario", recordó. Y concluyó: "No se me ocurre ninguna fórmula mejor que la de celebrarlo con esta mayoría absoluta".

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