ELECCIONES 18-F

Sánchez se instalará en Galicia durante la recta final de campaña para combatir la desmovilización

En Ferraz manejan unas encuestas en las que dicen situar su suelo entre 13 y 14 escaños. La clave estará, según su lectura, en los últimos escaños en juego en A Coruña y Pontevedra

El presidente del Gobierno pretende cerrar la campaña del 18-F habiendo recorrido las cuatro provincias gallegas

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en un acto de campaña en Ourense junto al candidato a la Presidencia José Ramón Gómez Besteiro

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene en un acto de campaña en Ourense junto al candidato a la Presidencia José Ramón Gómez Besteiro / EFE

Iván Gil

En Ferraz fían el vuelco electoral en Galicia al aumento de la participación. A movilizar a los votantes que eligieron su papeleta en las últimas generales o municipales y dudan en acudir a las urnas el 18-F. La participación en las autonómicas es históricamente inferior a la de otras citas, como subrayan los socialistas, convencidos de que si logran combatir parte de la abstención entre el electorado progresista quebrarán la hegemonía del PP en Galicia. Para ello, la dirección del partido ha puesto todo su maquinaria a disposición del PSdeG y su candidato, José Ramón Gómez Besteiro, con una implicación sin apenas precedentes. Incluyendo el desembarco en campaña de los ministros socialistas, del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y del propio jefe del Ejecutivo y líder de los socialistas. Pedro Sánchez redoblará su presencia en Galicia durante los dos últimos días de campaña, según avanzan desde su equipo.

El presidente del Gobierno pretende cerrar la campaña del 18-F habiendo recorrido las cuatro provincias gallegas. A falta de cerrarse el mitin de cierre de campaña, Sánchez prevé estar en Santiago de Compostela y A Coruña. Este sábado participará en el mitin central del ecuador de la campaña socialista en Vigo y el pasado fin de semana arropó a Besteiro en Ourense. Durante la precampaña ya participó en un acto del partido en Lugo y, previamente, en el mitin de cierre de la Conferencia Política del PSOE que se celebró a finales de enero en A Coruña como pista de despegue para la carrera electoral.

Sánchez también acudirá este viernes a un acto institucional en la ciudad herculina sobre el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. El pasado 24 de enero, a una semana de arrancar la campaña, visitó el astillero de Navantia Ferrol para anunciar la construcción de un nuevo buque de la Armada, con la creación de 1.800 empleos y la inversión de 439 millones de euros. Un viaje por el que la Junta Electoral le ha abierto expediente sancionador al considerar que vulneró el principio de "neutralidad política".

En la dirección del partido manejan unas encuestas internas en las que dicen situar su suelo entre 13 y 14 escaños. A partir de ahí, esperan arrancar algún representante más en el Pazo do Hórreo para empujar un cambio que, reconocen, de darse lo lideraría el BNG de Ana Pontón. Precisamente, la fortaleza de los nacionalistas gallegos es un freno al crecimiento del PSdeG, que en los pasados comicios cosechó 14 actas. El PP logró la mayoría con cuatro escaños de margen (42) y el BNG obtuvo 19.

Todas las encuestas coinciden en señalar un fuerte ascenso del BNG con el consiguiente efecto que ello tiene para el voto útil dentro del bloque progresista. Pese a ello, desde el PSOE aducen que la cifra de indecisos sigue siendo alta para señalar como decisiva la última semana de campaña. Sobre todo los últimos días, en los que Sánchez se instalará en Galicia para intentar transmitir una “pulsión de cambio” que por el momento no acaba de calar. La paradoja, señalan en las filas socialistas, de que los gallegos querrían cambio pero creen que no es posible.

Su objetivo se sitúa en incrementar la participación entre cuatro y cinco puntos con los que dicen asegurar un cambio de Gobierno en la Xunta. A que acudan a las urnas sus votantes potenciales de las zonas urbanas y periurbanas en las generales y municipales. Tanto en Ferraz como en el PSdeG señalan que las posibilidades de vuelco para que gobierne una alternativa progresista “son altas”. El escenario abierto de que hay partido lo alimentan también por el supuesto “nerviosismo” en las filas populares.

Barrera electoral

La clave estará, según su lectura, en los últimos escaños en juego en A Coruña y Pontevedra. Las dos circunscripciones en las que Sumar tiene más opciones de obtener representación y arrebatarle con ello el último diputado al PP. Si la plataforma liderada por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz no consigue representación, el bloque progresista podría ganar en votos, pero no en escaños. La barrera electoral para convertir los votos en escaños se sitúan en un mínimo del 5%. La conclusión de la mayoría de encuestas es que el porcentaje que le faltaría a Sumar para asegurar su representación es similar al que se le otorga a Podemos, actualmente extraparlamentario. Su reciente ruptura mostraría en las elecciones gallegas el efecto de la fragmentación del voto progresista.

La lectura de los socialistas es que tienen mucho que ganar en esta campaña y poco que perder. Asumen que seguirán siendo tercera fuerza, aunque dan por bueno cualquier resultado que suponga un cambio en la Xunta. De producirse, apuntan que “el principal perdedor” será el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuyo liderazgo en Génova quedaría debilitado. Una derrota en el feudo de los populares después de no poder formar gobierno tras el 23-J. Entienden que este escenario tendría una fuerte repercusión en clave nacional.

Remar en la misma dirección

De cara al ciclo electoral que seguirá con las vascas, en el segundo trimestre del año, y las europeas, el 9 de junio, los socialistas cogerían oxígeno e impugnarían el discurso del “desgaste” por sus pactos con los partidos independentistas. En el cuartel general del PSOE dan por hecho que si no hay mayoría del PP habrá un gobierno de izquierdas del que formarían parte, aunque la presidencia recayese en el BNG.

El presidente de los populares está protagonizando una caravana electoral paralela a la de su sucesor y candidato, Alfonso Rueda, con el objetivo de nacionalizar la campaña y contribuir a firmar la quinta mayoría consecutiva del PP gallego. En la dirección del PSOE no solo no rehúyen de nacionalizar la campaña, sino que lo alientan porque consideran que serviría para incrementar la participación. Sin embargo, el foco en la ley de amnistía está opacando el protagonismo de sus mensajes centrados en la gestión económica y la agenda social. La decisión de redoblar la implicación de Sánchez en esta campaña pasa por reforzar este discurso y que, después de teñirse de azul el mapa de España en las pasadas autonómicas, arrebatar al PP uno de sus feudos para que “reme en la misma dirección” que el Ejecutivo central.