Gobierno

Sánchez sitúa las municipales en primera línea para impulsar el voto nacional

El PSOE lleva su convención a Valencia para dar un "plus" a Sandra Gómez, candidata municipal, y demostrar que Puig "está fuerte"

Pedro Sánchez con el president de la Generalitat, Ximo Puig.

Pedro Sánchez con el president de la Generalitat, Ximo Puig. / Miguel Lorenzo

Marisol Hernández

Pedro Sánchez hasta en la sopa. El lunes en Segovia, el miércoles en Burgos, el jueves en Cáceres, este sábado en Bilbao y el domingo en la clausura de la convención municipal en Valencia. Y así hasta el 28 de mayo. Los socialistas ganaron en 2019 las elecciones locales al PP por 1,6 millones de votos de diferencia y pretenden mantenerse en primer lugar. Porque de la robustez de ese apoyo dependerá después el impulso del voto nacional.

Para las generales de finales de año es fundamental que el partido esté movilizado desde la base, con presencia en todo el país pero con músculo en los mayores núcleos de población. En estos momentos, el PSOE gobierna el 57% de los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes. La papeleta local es clave para los comicios nacionales. Sánchez sabe que tiene un efecto arrastre. Esa es su batalla cuerpo a cuerpo con Alberto Núñez Feijóo. La otra pugna es retener la Comunidad Valenciana. Una doble victoria despejaría de maleza su continuidad en la Moncloa.

Algún resbalón en el bloque de la izquierda podría hacer que se pierda este territorio, La Rioja, Aragón, Baleares o Canarias. Pero las comunidades dependen de la suma de bloques. En Ferraz están convencidos de que sus barones han hecho una buena gestión y están fuertes electoralmente. Y que se dará la aritmética necesaria para que casi todos sigan en sus puestos. 

Esperan también que Antonio Muñoz siga al frente de la Alcaldía de Sevilla, que Jaume Collboni y Sandra Gómez compitan por la vara de mando en Barcelona y Valencia, y que Reyes Maroto tapone algo del roto que el PSOE tiene en Madrid, donde en 2019 fue cuarta fuerza.

Ganar las municipales y la Comunidad Valenciana

Hasta el 28-M, el jefe del Ejecutivo seguirá siendo omnipresente y hará todos los mítines que pueda encajar en su agenda institucional, según Ferraz. Cómo mínimo tres a la semana, algunos días, cuanto más se acerquen las elecciones, con doblete. El fin de las vacaciones de Semana Santa en Madrid ha lanzado ya la carrera electoral pero el comienzo oficial de la contienda se produce esta semana en Valencia. El PSOE ha escogido la ciudad para celebrar su convención municipal. Para el PP, la Comunidad Valenciana es el gran anhelo de las autonómicas. La joya de la corona. Para los socialistas, la gran plaza a proteger, tras perder Andalucía y estar fuera de juego en Madrid.  

Fuentes del partido admiten que la elección de Valencia para la convención que aprobará el programa marco local es un "apoyo" a Ximo Puig y a Sandra Gómez, vicealcaldesa en el Gobierno que dirige Joan Ribó (Compromís). El presidente de la Generalitat es uno de los líderes territoriales, señalan, "más en línea con las políticas progresistas" del Gobierno. Es un "respaldo explícito", defienden desde el PSPV, en un momento, resaltan, en que "las encuestas son buenas". "Estamos muy seguros de que las elecciones van a ir bien". 

Buenos datos para Ximo Puig

Hasta hace poco tiempo los sondeos apuntaban aún a múltiples escenarios, con opciones de suma de PP y Vox. La posibilidad existía pero se ha ido desvaneciendo. en los sondeos Los socialistas valencianos ven muy asentada la redición del 'Pacte del Botànic' una tercera legislatura, con Compromís y la alianza de Esquerra Unida y Podemos. Por momentos se ha temido que la conjunción de estos dos últimos partidos no obtuviera el 5% de votos necesarios para entrar en Les Corts Valencianas. 

Ahora, en el PSPV creen que una ligera bajada (de dos escaños) de los votos de Compromís podría ayudar a que EU y los morados entren con seis diputados. Los populares pueden ser primera fuerza pero los socialistas impugnan una posible suma del bloque derecho con dos argumentos. Uno, que el PP, con 19 escaños, no incorpora matemáticamente los 18 que Ciudadanos obtuvo en 2019. Y dos, que si los populares están fuertes, en una horquilla de entre 30 y 35 parlamentarios, "Vox no puede estar en 15, como mucho 9 o 10". 

Valencia: Liderar el bloque y vencer al PP

A estas perspectivas se añade que piensan que pueden aspirar a gobernar la ciudad. En la capital se producen dos batallas. La primera entre bloques. La segunda, por quien lidera el margen izquierdo, si Sandra Gómez o Ribó. "Está todo muy empatado". Gómez, aseguran fuentes del socialismo valenciano, está "muy cerca" de conseguir el concejal que le puede colocar por delante de Compromís y hacer que logre la Alcaldía. Por eso, sostienen, Ferraz intenta dar un "plus de empuje" para promocionarla.

La candidata ha decidido librar la competición cara a cara con Ribó -su lema de precampaña es 'Con mano izquierda' porque, explican fuentes del PSPV en la ciudad, el alcalde, de 75 años, acumula cierto "desgaste", que se suma al que tiene Compromís por la espinosa marcha de Mónica Oltra. Aunque reconocen que la "ciudad está bien" quieren hacer visible qué parte corresponde a la gestión socialista. Frente a eso, explican, "el único modo del PP de meter bocado es optar por el discurso nacional y las críticas a Sánchez". El margen entre bloques, admiten, es "ajustado" pero "no hay pulsión de cambio".

Al contrario de lo que ha sucedido en otros momentos, en el PSOE ha empezado a cundir la sensación de que la acción del Gobierno puede ayudar a los territorios. Moncloa ha dejado atrás un final y un principio de año muy polémico con la eliminación de la sedición, la reforma de la malversación, las rebajas de condenas a delincuentes sexuales, el conflicto con Podemos por el cambio de la ley del 'solo sí es sí' y el escándalo de 'Tito Berni' y se ha adentrado en un "momento dulce", en el que acompañan además los datos económicos. En las seis semanas que restan para el 28-M el resto es mantenerlo y no cometer errores.