Incidencias

Ibiza y Formentera votan el futuro europeo: electores de más de cien años, una mesa abierta con retraso y votos poco secretos

El colegio de Can Ventosa abrió 17 minutos tarde porque la mujer que tuvo que suplir a la presidenta sufrió un ataque de ansiedad

Dionisio Rodrigo, centenario, vota en el colegio de Can Ventosa.

Dionisio Rodrigo, centenario, vota en el colegio de Can Ventosa. / C. NAVARRO

Un total de 110.604 electores pitiusos (102.986 en Ibiza y 7.618 en Formentera) pudieron acercarse ayer a las urnas durante una jornada electoral muy tranquila para elegir los representantes en el Parlamento Europeo. En todo Balears, fueron 854.250 los ciudadanos que pudieron ejercer su derecho al voto, un 4,2% más que en mayo de 2019, según datos aportados por la Delegación del Gobierno.

Los comicios arrancaron casi sin incidencias a las 9 horas en los 42 colegios electorales de las islas, a excepción del colegio electoral de Can Ventosa, que se abrió con 17 minutos de retraso al ausentarse la presidenta de una de las mesas por una emergencia familiar y sufrir la primera suplente, de unos sesenta años, un ataque de ansiedad.

Los agentes de la Policía Local, diligentes, levantaron acta que elevaron a la Junta Electoral, que se constituyó, como en todas las elecciones, en la sede de los Juzgados de Ibiza.

Por otra parte, los presidentes de mesa de algunos colegios de Sant Joan y Formentera levantaron hojas de control por la falta de personal, aunque los puntos de votación se pudieron constituir con normalidad.

Dos personas eligen su papeleta, una de ellas con su mascota. | VICENT MARÍ

Dos personas eligen su papeleta, una de ellas con su mascota. | VICENT MARÍ / Á.Torres/C.Navarro

Algunos votantes se sorprendieron, al llegar al centro electoral de Jesús, cuando se percataron de que en el interior de las cabinas para el voto secreto no había papeletas. Los papeles para el voto se encontraban, en cambio, dispuestos sobre las mesas de la sala, lo que impedía garantizar la confidencialidad de la decisión de los electores.

A mediodía, solo una de las cabinas contaba con las papeletas y el resto seguían estando vacías, según explicaron a este diario testigos presenciales. Lo mismo ocurrió en los centros electorales de Sant Ciriac y el CEIP Cas Serres, en el barrio de es Viver de Vila, aunque desde la Junta apuntaron que no recibieron ninguna incidencia formal por esta cuestión.

«En la cabina estaban solo los sobres y la papeleta la tenías que coger en las mesas, delante de todo el mundo», relató un votante a este diario respecto al centro de es Viver. Un punto de votación que generó, por otro lado, confusión entre varios ciudadanos debido a su cambio de ubicación en esta convocatoria.

Voto de cien años y dos meses

En los últimos comicios los electores censados en el centro tenían que acudir a votar al polideportivo de es Viver y así lo hicieron también ayer, por lo que se formó una larga cola frente a la verja cerrada del recinto ajenos a que, en esta ocasión, debían acudir al CEIP Cas Serres, ubicado en la calle Músic Baltasar Samper.

El Ayuntamiento de Ibiza comunicó a los ciudadanos que tres de los trece colegios para depositar el voto en el municipio cambiaban en esta cita electoral pero aún así los cambios fueron motivo de desconcierto. También en Can Ventosa, donde se tuvo que acceder por primera vez por la avenida Ignasi Wallis y no por Pere Francès, como se hacía con anterioridad.

En este centro depositó su papeleta, a sus «cien años y dos meses», Dionisio Rodrigo, un conquense vecino de Ignasi Wallis y residente en la isla desde hace setenta años. «No había manera de que la gente en Ibiza entendiera que mi apellido era Rodrigo, no Rodríguez», apunta.

El vecino (que se dedicó a la construcción y formó parte de la policía local) votó con una ancha sonrisa y acompañado de sus familiares, que empujaban la silla de ruedas en la que se traslada, desde donde no podía introducir el voto en la urna, algo que hizo la presidenta de mesa. «Hay que votar. Antes, con el abuelo, no se podía», recuerda el conquense en referencia al dictador Francisco Franco.

A muchos de los votantes de las Pitiusas que acudieron ayer a las urnas les llamó la atención la «poca gente» que había en su colegio electoral. Las urnas se cerraron a las ocho de la tarde (a las 20.17 en el caso de Can Ventosa) sin ningúna incidencia, según informó ayer un portavoz de la Junta Electoral.