Gestión de los recursos

La reserva marina de es Freus de Ibiza y Formentera permite multiplicar por seis la biomasa pesquera

Consell, Govern, y sector pesquero celebran el 25 aniversario de este espacio protegido, un ejemplo de éxito que tiene en la masificación de barcos recreativos y de alquiler a su principal amenaza

David Ventura

David Ventura

Tal día como hoy de 1999, el Govern balear aprobaba la creación de la Reserva Marina de es Freus de Ibiza y Formentera, la primera de Balears. Una iniciativa del entonces conseller balear de Agricultura, Comercia e Industria, el ibicenco José Juan Cardona, y que se ha convertido en un ejemplo para todas las reservas que se han creado con posterioridad en el archipiélago.

«La evidencia es que la flota pesquera de artes menores sobrevivirá allí donde haya una reserva marina de pescado de calidad», aseguró ayer Antoni Grau, director general de Pesca del Govern, que se desplazó a Ibiza para participar en un acto en la sede del Consell que conmemora el cuarto de siglo de vida de este espacio protegido.

Para Grau, este éxito se sostiene en cifras: calcula que en el área de la reserva, la biomasa de especies pesqueras comerciales se ha multiplicado por seis. No quiere decir que se haya multiplicado por seis la cifra de peces -que sí han aumentado en cantidad- sino que también lo han hecho en tamaño: «Lo que supone una innegable ventaja comercial, ya que un mero de siete kilos tiene más valor que siete meros de un kilo». Además, asegura, el efecto de una reserva es «universal». «Si restringes la actividad en un punto, el número y el volumen de peces aumenta no solo ahí, sino también en los espacios adyacentes».

Antoni Grau, director general de Pesca del Govern. | TONI ESCOBAR

Antoni Grau, director general de Pesca del Govern. / Toni Escobar

El segundo éxito es el apoyo de los pescadores locales a esta iniciativa: «Es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos. Mientras que el sector pesquero en la Península no tiene una buena opinión de las reservas marinas, aquí lo tienen clarísimo y están a favor. De hecho, nos han pedido más reservas y no las hemos podido aprobar porque están en aguas exteriores».

A causa de este apoyo del sector, Balears lidera el número de reservas en el conjunto del Estado: hay doce, la misma cifra que en el resto de España.

«El sector pesquero es quien ha hecho posible esto», añadió el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, en la presentación, «y gracias a estas reservas hemos podido desarrollar la marca Peix Nostrum», recordó.

Gestionar la reserva

En el acto conmemorativo, celebrado en la Sala de Plenos de la sede del Consell, asistieron también la consellera de Bienestar Social de Formentera, Maria Cristina Costa; el director insular de Medio Rural y Marino del Consell de Ibiza, Joan Marí, y representantes de las diversas cofradías de pescadores de la isla. Se proyectaron dos vídeos y tomaron la palabra, además de los políticos, los técnicos que iniciaron el proyecto y quienes lo gestionan en la actualidad.

«Al principio no todo el mundo lo tenía claro», explicó Pep Coll, doctor en Ecología Marina y el primer responsable del seguimiento de la reserva de es Freus: «Pero dos años más tarde, en el 2001, un pescador ibicenco, Toni Costa, toda una institución en el sector, me dijo: ‘Mi rendimiento ha dejado de bajar’». Según Costa, esa fue la señal de que los pescadores estaban empezando a constatar los efectos positivos de la reserva: «En todos estos años, nos ha ido bien, pero no debemos bajar la guardia».

También tomó la palabra Iván Pérez, presidente de la comisión de seguimiento de la Reserva Marina dels Freus, quien señaló que la realidad del día a día le ha hecho entender la importancia de los cambios paulatinos: «Antes pensaba que lo que había que hacer era pegar un puñetazo encima de la mesa y cambiarlo todo. Ahora veo que es mejor hacer las cosas de otro modo, que sale más a cuenta hacer pequeñas cosas cada año». Y añade que su principal satisfacción es la de haber logrado que «los pescadores hayan ido cambiando el chip y vean las reservas como unas aliadas».

Según Pérez, la principal amenaza que se cierne sobre la reserva de es Freus es la masificación de barcos recreativos que sufre esta zona durante la temporada turística: «Nos estropean las redes, las artes de pesca», y señala a los chárteres ilegales, «que se piensan que las boyas instaladas son suyas» e impiden que los pescadores hagan su trabajo.

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