La falta de lluvia causa un «fuerte descenso» en el nivel de los pozos de Ibiza

Los acuíferos de la zona norte, sobre todo entre Sant Joan y Sant Mateu, son los más perjudicados

Detalle de sa Fontassa, en Santa Gertrudis. | VICENT MARÍ

Detalle de sa Fontassa, en Santa Gertrudis. | VICENT MARÍ / César Navarro. Ibiza

César Navarro

César Navarro

La alarmante falta de lluvias en las islas desde hace varios años está afectando, como es lógico, a la capacidad de sus reservas de agua subterráneas, hasta el punto de que en muchos pozos particulares se están registrando descenso de hasta 80 metros en la profundidad a la que se obtiene este recurso tan preciado.

Desde hace tiempo, desde el Govern advierten del descenso progresivo de las reservas hídricas en las islas. De hecho, la semana pasada informaba de que durante el pasado marzo, y a pesar de que fue un mes más húmedo de lo habitual, la capacidad de los acuíferos de Ibiza registró un ligero descenso al pasar de un 40% a un 39%.

Todo ello ha llevado a la isla a una situación de presequía que se ve agravada por el uso no controlado de los pozos. Varios expertos reclaman más control en la gestión de estas reservas, sobre todo desde empresas del sector de la hostelería.

Toni Ramón, responsable de montaje y control de perforadas de la empresa Servicios Palau, una de las históricas de este sector en las Pitiusas, explica que desde finales del pasado verano, pero especialmente «desde hace dos o tres meses», están recibiendo muchas llamadas de particulares preocupados por la situación de sus pozos.

Trabajos en un pozo de Ibiza.

Trabajos en un pozo de Ibiza. / Diario de Ibiza

La zona norte, más afectada

Aunque es un problema que se replica en casi todo el territorio insular, Ramón señala la zona norte como la más perjudicada. De hecho, se han encontrado con acuíferos que han visto reducida la profundidad en la que se encuentran sus reservas en «hasta 80 metros en apenas 15 días» y en dos secuencias de 40 metros cada una separadas por apenas varios meses. «Es una barbaridad» que este profesional asegura que no había visto nunca, y lleva «años» desarrollando su trabajo en Ibiza.

Los particulares que se ponen en contacto con Servicios Palau «llaman asustados porque sus perforadas no tienen agua». El problema, insiste este experto, es que la falta de lluvias y, también con importante incidencia, el mal uso de este recurso, provoca que el nivel de las balsas subterráneas disminuya. «Tenemos que bajar las bombas de impulsión, pero antes hay que recoger información mediante sondas» y otros sistemas de control, apunta.

La zona más castigada por este problema es la que se encuentra entre Sant Joan y Sant Mateu, donde se han registrado los descenso más pronunciados en los niveles de las balsas subterráneas. Este experto calcula que la caída media en las perforadas varía entre los 10 y los 80 metros.

La interconexión se nota

Toni Ramón valora que la interconexión de las desaladoras de la isla ha provocado cierta contención en esta pérdida en la capacidad de los pozos, que en zonas de Sant Josep, a pesar de no ser tan acentuadas, están provocadas por la sobreexplotación por parte de empresas hoteleras. También apunta a alguna empresa municipal de gestión de aguas por exprimir estos recursos hídricos.

«Las administraciones deberían llevar un control más exhaustivo en la explotación de los acuíferos por parte de algunos hoteleros», propone Ramón.

Joan Marí Tur, propietario de la empresa Perforaciones Joan Des Gall, una de las más importantes de las islas en este sector, coincide en que los acuíferos están perdiendo nivel, pero desde hace años. «Si no llueve y se sigue sacando agua, si no se recargan... La situación cada vez es peor».

Marí matiza que no percibe una situación de alarma, pero sí un descenso en las reservas de «unos metros» en reservas localizadas en toda la isla. «Sí es verdad que la bajada [en el nivel de las bolsas de agua] es más pronunciada en los últimos años, pero no es algo tan preocupante o bestial de este año o del pasado. Acumulamos varios años de sequía».

En cualquier caso, este experto matiza que la falta de lluvias y la extracción descontrolada no afecta igual a todos los acuíferos. «La bajada del nivel es relativa porque hay algunos acuíferos más sensibles que otros; no todos reaccionan igual», apunta.

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