Los ‘rent a car’ de Ibiza critican que compiten en desventaja con las grandes empresas

Aunque la Semana Santa ha sido «floja», el sector de los coches de alquiler espera con ganas el arranque definitivo de la temporada a la vez que lamenta complicaciones como la alta competencia y la crisis de vivienda

Imagen de archivo de coches de alquiler en el muelle comercial del puerto de Ibiza.

Imagen de archivo de coches de alquiler en el muelle comercial del puerto de Ibiza. / CÉSAR NAVARRO

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Las patronales relacionadas con la industria turística prevén, por lo general, que en la temporada 2024 se cosecharán unos buenos números, en línea con la del año pasado. En cualquier caso, los rent a car de Ibiza señalan que las grandes empresas, con flotas de fuera, juegan con ventaja. Entre otros motivos, explican, por la cantidad de vehículos que traen a la isla y por el precio al que los pueden ofrecer a los turistas. Los que no están matriculados en Balears pagan impuestos fuera, a pesar de que presten servicio aquí. A ello se le suman las dificultades que tienen los trabajadores para encontrar una vivienda digna y asequible, algo generalizado en prácticamente todos los sectores.

Turistas recién llegados al aeropuerto de es Codolar.

Turistas recién llegados al aeropuerto de es Codolar. / Vicent Marí

«Cuando las flotas de fuera no traen coches a mansalva, es una buena temporada, porque la clientela y la fidelidad a la isla siempre viene a ser la misma. Vienen muchas multinacionales, implantan los negocios aquí y saturan la isla», apunta el presidente interino de la Agrupación Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor de Balears (Aevab), Valentín Romero, que también es propietario del negocio de alquiler de vehículos Casa Valentín, de la ciudad de Ibiza.

Valentín Romero, en una imagen reciente. | TONI ESCOBAR

Valentín Romero, en una imagen reciente. / TONI ESCOBAR

Que cada vez haya más de esta competencia complica las cosas. «Cada año es difícil, hay que estar ahí y luchar. Los coches han subido de precio y los precios online son más baratos, pero luego te encuentras con que no está todo incluido. Te tienes que leer la letra pequeña», alerta el presidente de Aevab. Por otro lado, expone que no todo es un camino de rosas para las empresas que vienen de fuera: «Van y vienen. Los costes les superan, piensan que Ibiza es la isla del rey Midas, pero aquí los gastos son superiores a los de la Península».

Andrea Cruz, propietaria de Rent a Car Sant Jordi Ibiza, opina que se tendría que establecer un límite a la cantidad de vehículos que pueden introducir las grandes compañías en la isla: «Deberían regular esto para que todos pudiésemos trabajar y ganar. Ellos ponen un coche que vale 30.000 euros y lo alquilan por 20 euros al día. Yo no puedo hacer eso, te lo tengo que alquilar a 60 para que me salga rentable». En este sentido, hace referencia a que empresas nuevas se están «comiendo el mercado», en detrimento de los locales: «De quienes llevamos toda la vida aquí».

A pesar de estas complicaciones, Cruz se muestra esperanzada con que esta temporada sea mejor incluso que la de 2022, un verano de éxito después del covid, en el que todo el mundo tenía muchas ganas de viajar: «Creo, por la cantidad de llamadas y reservas que tenemos, que esta temporada va a ser aún más fuerte que 2022. Lo digo por lo que veo y por lo que me dicen, por ejemplo, conocidos que trabajan en hoteles».

Semana Santa «floja»

Eso sí, la mayoría de encuestados para redactar esta información coinciden en que la Semana Santa, que este año ha caído muy pronto, ha sido «floja».

«En principio había muchísimas reservas, pero han cancelado mucho por el mal tiempo. El Jueves y el Viernes Santo se nos cayeron 20 reservas, más o menos. El sábado, ya más soleado, comenzó a funcionar otra vez», en palabras de Andrea Cruz. Este mes, sin embargo, ya se nota un cambio considerable: «En abril tenemos muchísimas reservas, ya nos hemos dado cuenta de que la gente viene a Ibiza cuando las discotecas están abiertas».

Para todos los bolsillos

Desde hace tres años, en este negocio alquilan sobre todo a familias, predominando los clientes de nacionalidad holandesa, alemana y española. Normalmente, de los 30 años de edad para arriba. Los precios de las reservas de coches en este rent a car se mueven —en caso de ir directamente a la oficina, es más caro— entre los 25 euros al día en pleno julio y agosto hasta los 65. Los suelen alquilar por una semana o, máximo, dos; no por temporada.

Cruz este año ha comprado diez Fiat 500: «Todos los clientes quieren un vehículo pequeño, con uno grande no pueden aparcar. La mayoría de reservas que tengo son de Fiat 500». El presidente de Aevab detalla que «el Fiat Panda es la estrella»: coche pequeño y fácil de aparcar siempre triunfa.

También hay empresas del sector más enfocadas a los coches de alta gama. Es el caso de LC Ibiza, que también tiene sede en Barcelona. Su gerente, Miquel Agulló, explica que trabajan con hoteles de alto standing y concierges. Este tipo de cliente todavía no ha llegado, al menos en gran medida, a la isla, así que el arranque definitivo suele ser en mayo (y la actividad se prolonga hasta finales de octubre), detalla.

Hasta ahora, eso sí, ya ha habido «algo de movimiento» y las previsiones para el resto de temporada son positivas. «Van entrando reservas y vamos renovando flota. Nosotros somos una empresa familiar, pero de momento estamos contentos (...) La mayor parte de nuestro cliente es repetidor y suele venir un mínimo de dos a tres veces al año en temporada. Algunos más, a veces. También hay estancias largas, de 15 días, 20, un mes...», explica Agulló. El cliente es mayoritariamente europeo: alemanes, holandeses, franceses o ingleses. De fuera del continente, las nacionalidades más comunes para LC Ibiza son brasileña, argentina y mexicana.

Hasta 1.800 euros al día

En el momento de esta conversación telefónica con Diario de Ibiza, el gerente está gestionando una reserva del 15 de julio al 10 de agosto. «Menos en el caso del cliente de hotel, que se levanta por la mañana y decide coger un coche para varios días, nosotros trabajamos con reservas. Los hoteles de lujo y concierges van con previsión», indica. Su empresa cuenta con una flota de alrededor de 40 coches y la horquilla de precio se mueve entre los 100 y los 1.500-1.800 euros al día.

Sobre los problemas que tienen los empleados con la vivienda, Valentín Romero lamenta que, para quien no herede una, seguir en la isla y comprarse un piso es misión prácticamente imposible.

LC Ibiza cuenta con una plantilla de siete personas: «Somos una empresa pequeña, pero ahora necesitaríamos un comercial más de apoyo y nos está costando. Si el que viene comparte habitación y no tiene ni intimidad ni una serie de comodidades, ¿cómo queremos que luego atienda al público con una sonrisa?», en palabras de Agulló.

Andrea Cruz, por su parte, asegura que ha tenido trabajadores que le han pedido la baja voluntaria tras la temporada (ella abre su negocio todo el año). «Yo necesito a alguien de confianza, pero hay gente que no quiere trabajar [todo el año]».

Romero confirma que en términos generales el perfil del consumidor es de lo más heterogéneo: «En mi negocio tenemos mucho cliente español, en otros lados tienen más alemanes, o ingleses, italianos… Todos son bienvenidos. Hay mucha diversidad: familias, parejas, gente que viene solo el fin de semana, o entre semana,... gente de diferentes edades, que tiene residencia aquí y viene a pasar unos cuantos días en su casa... Hay de todo».

El responsable de otro rent a car local, que prefiere no dar su nombre, afirma que el 95% de su clientela es repetidora. Principalmente, turistas mayores que vienen periódicamente y que «ya empiezan a venir a la isla con sus hijos y nietos»: «Se trata de la típica familia que tiene la segunda residencia aquí». Sobre la saturación en las carreteras, apunta: «Se dice que los culpables somos nosotros, pero yo soy el de la esquina y, aunque es verdad que hay más coches que nunca, yo tengo 90».

El representante de Aevab añade, sobre las empresas de fuera, que «cuando pueden encontrar coches a muy bajo coste, los compran porque su negocio es revenderlos para exportar». En cualquier caso, Romero hace hincapié en que la saturación en las carreteras no es responsabilidad, al menos exclusiva, de las casas de alquiler: «Los ibicencos estamos acostumbrados a la libertad de ir de un lado a otro y quien no tiene coche tiene moto. Parece que si somos cuatro personas de más de 22 años en la familia, ya cada uno tiene su vehículo». Admite que hay un problema de transporte público, pero invita a la reflexión: «En una unidad familiar a lo mejor hay tres o cuatro vehículos. ¿Cuántas familias están compartiendo coche? Mirémoslo todo».

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