Una mujer destroza el coche de un desconocido en Ibiza al confundirlo con el de su expareja

Un hacha pequeña, un cuchillo, unas tenazas y un paquete de cuatro cuters, es el pequeño arsenal que compró una vecina de Eivissa hace unos días para intentar destrozar el coche de su expareja. No era la primera vez que provocaba daños en el vehículo, pero esta vez se lo había tomado más en serio e iba a por todas. Pero había otro problema. Se había confundido de vehículo tanto en las anteriores ocasiones como en esta y el coche que rallaba era de un desconocido.

Los hechos ocurrieron el pasado 24 de marzo, cuando agentes de la Policía Nacional de la comisaría de Eivissa fueron informados de que un hombre había llamado al 091 comunicando que había pillado in fraganti a una mujer causando daños a su vehículo, que tenía aparcado en la calle. Al día siguiente, los policías identificaron a la presunta autora y procedieron a su detención. Se trata de una mujer de 39 años y origen brasileño, a la que se ausa de un delito de daños, infoirmó ayer la Comisaría en una nota de prensa.

No era la primera vez que alguien atentaba contra el coche del denunciante. Los pasados 18 y 23 de marzo ya había puesto sendas denuncias en la comisaría en las que aseguraba que se había encontrado el coche con varios desperfectos.

Le avisó un vecino

El 24 de marzo un vecino alertó a la víctima de que le estaban destrozando el coche, por lo que salió de su domicilio y se encontró a la mujer arañando y golpeando el vehículo, al que pinchó las cuatro ruedas. Cuando llegaron los agentes, la autora reconoció ante ellos que, efectivamente, había sido la autora de todo lo que le había pasado al vehículo de la víctima en varios días distintos. «La mujer no tenía ninguna relación con el dueño del vehículo, pero, según admitió, había confundido el coche con el de su expareja, a quien en principio quería perjudicar con estos actos», según la nota de la Policía Nacional.

Los agentes intervinieron a la autora el hacha, los cuatro cuters, las tenazas, y el cuchillo, así como el tíquet de compra de todos estos objetos en una tienda.