Una niña de dos años, rescatada tras caer en el depósito de agua del centro social de Sant Mateu

Un susto enorme que, afortunadamente, no tuvo consecuencias, pero que aún sobrecoge al padre de una niña de dos años que tuvo que ser rescatada tras caer, a unos dos metros de profundidad, dentro de un depósito de agua en el centro social de Sant Mateu. Tras el incidente, el Ayuntamiento de Sant Antoni revisó ayer por la mañana estas instalaciones para averiguar cómo pudo suceder y reforzar todas las medidas de seguridad.

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Fueron los propios padres de la menor los que se pusieron en contacto con el Consistorio y con este diario para dar aviso del suceso y evitar que pueda producirse una desgracia. Los hechos tuvieron lugar en la tarde del domingo, cuando este matrimonio y sus dos hijos pequeños, de dos y cinco años de edad, pasaban la tarde en compañía de unos amigos en Sant Mateu.

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Las bocas del depósito

Los niños, acompañados de la madre, estaban jugando en la parte posterior del edificio, en un pequeño descampado junto a un pinar. En esa zona, en un espacio más elevado y dentro de unos muros de piedra, según detalló el Ayuntamiento, se ha instalado el nuevo depósito de agua del centro cívico. Sobre la cubierta de esta estructura, tapada con tierra, sobresalen dos tapas de plástico circulares (tipo PVC) para acceder al interior la cisterna, cada una de ellas con un diámetro de unos dos palmos, según se aprecia en las imágenes y el vídeo aportado por la familia.

"El depósito estaba prácticamente vacío, con solo unos quince centímetros de agua"

Según explica el padre, que prefiere guardar el anonimato, su hija pisó sobre una de estas bocas, «pero la tapa saltó y ella cayó dentro, a una profundidad de unos dos metros». El depósito estaba prácticamente vacío, «con solo unos quince centímetros de agua». «Afortunadamente, la niña se cayó de morros, porque detrás de ella quedaba la bomba de agua y se hubiera podido hacer mucho daño si se hubiera caído encima», detalla.

"Solo queremos que se tomen las medidas necesarias para que no vuelva a pasar"

«Pudo ser una desgracia»

Mientras la madre trataba de auxiliarla, el otro hijo, «con un ataque de pánico» fue corriendo a buscar al padre, que estaba charlando con amigos en el centro social. Él pudo entrar dentro de la fosa y aupar a la niña para que la sacaran desde el exterior. «Afortunadamente, no pasó nada, pero pudo haber sucedido una desgracia. Solo queremos que se tomen las medidas necesarias para que no vuelva a pasar», subraya.

El Ayuntamiento, que lamentó este «accidente desafortunado», indicó ayer que éste se debió a que la boca «falló o no estaba correctamente cerrada». Después de que la concejala de Obras Públicas, Neus Mateu, hablara con la familia, los ingenieros municipales acudieron a revisar la instalación para reforzar el cierre y «poner uno más fiable y seguro», detalló la portavoz del Consistorio.

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