«La cara de susto del pescador que cayó al mar era increíble, pensó que se moría»

Uno de los sanitarios del 061 que atendió al hombre rescatado en es Figueral indica que la víctima se dejó llevar por la corriente porque creía que no iba a sobrevivir

Rescate de un pescador en Ibiza

DI

El hombre que cayó en el agua mientras pescaba calamares con un amigo suyo la tarde del martes en la costa de ses Eres Roges, en es Figueral, aseguró que pensó que fallecía y por eso se dejó llevar por la corriente en el agua, lo que finalmente le salvó la vida, según informó ayer un técnico en emergencias sanitarias del 061 que acudió al rescate.

«La cara de susto del hombre era impresionante», relata este sanitario: «Lo primero que nos dijo fue que vio la muerte pasar por delante de sus ojos. Lo peor que se puede hacer en estos casos es nadar contracorriente porque pierdes calorías, te agotas», explica el técnico. Además, la víctima, cuando fue atendida por el 061 después de ser evacuada por el helicóptero de Salvamento Marítimo (que tuvo que intentar la maniobra de rescate en dos ocasiones) estaba a apenas 33 grados de temperatura (hipotermia leve).

«Tenía las comisuras de los labios blancas por deshidratación», apunta el sanitario, que también es trabajador de Salvamento Marítimo y voluntario de Cruz Roja. Según explica el profesional, en el caso de darse un accidente de este tipo en el mar, en ninguna circunstancia hay que quitarse la ropa porque las prendas pegadas a la piel crean «una película que mantiene controlada la temperatura». «Es mejor quitarse tan solo las prendas que afecten a la movilidad o que pesen demasiado y aumenten la posibilidad de hundirnos», añadía el sanitario.

Otra de las pautas básicas en caso de estar en una situación extrema de este tipo es marcar, si es posible, la zona con señales luminosas o algún reflectante. Por ejemplo, para los pescadores que salen en embarcaciones más alejadas de la costa. «Eso permite a los equipos de rescate conocer la ubicación exacta», continúa.

En el caso del pescador rescatado en es Figueral, su amigo, que decidió acompañarle a pescar en último momento, fue quien dio aviso a los servicios de emergencias del 112, que tardaron relativamente poco en llegar.

Sin embargo, ni los agentes de la Policía Local de Santa Eulària, que fueron los primeros en acudir al lugar, ni tampoco los bomberos, disponían de medios acuáticos para sacarle del mar. Salvamento Marítimo lo intentó con su embarcación pero tuvo que activar finalmente el helicóptero desde Palma para efectuar el rescate.

Palabras y tono alentador

Por otro lado, según relata el sanitario, el miedo del hombre se acrecentó al ser de noche en el momento del accidente, que se produjo alrededor de las 20.30 horas. «Se vio allí solo, sin nada alrededor y entró en pánico», explica el técnico.

«En cuanto a esto, lo primero que hacemos nosotros [desde los servicios sanitarios] cuando atendemos a alguien es alentarle con palabras tranquilizadoras y en un tono tranquilo», continúa.

En este caso, enrollaron al rescatado con varias mantas y el médico lo evalúo por teléfono para que pudiera recibir el alta voluntaria que había pedido para poder irse a su casa. «No presentaba otros síntomas de hipotermia como el arrastre del habla o pulso desacelerado -prosigue el sanitario-, «solo que le temblaba la boca por el frío que había pasado».

El profesional añade que, bajo ningún concepto, después de una experiencia así, hay que beber alcohol, sino «bebidas calientes y darse una ducha caliente, pero no demasiado, para evitar un contraste excesivo de temperatura», concluye.

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