Así ha sido el rescate del pescador caído al mar en Ibiza

El hombre estaba con un amigo que se tiró al agua para intentar salvarle pero, al ver que no podía, llamó a los servicios de emergencias

Durante más de una hora, el pescador estuvo luchando contra las olas para agarrarse a alguna roca y no ser arrastrado por el mar

Rescate de un pescador en Ibiza

Policía Local de Santa Eulària

El pescador que ayer por la noche fue rescatado en Ibiza por el helicóptero de Salvamento Marítimo, de unos cuarenta años y que iba acompañado por un amigo suyo, estuvo luchando más de una hora contra las olas y el mal estado del mar hasta que por fin vio la luz del helicóptero de rescate, sobre las 21.30.

El hombre se precipitó desde la costa cuando pescaba con Luigi Scatolini, su acompañante, que se apuntó al plan de pesca a última hora. "Al principio iba a ir él solo", relata a este diario, "menos mal que al final le dije: 'venga, que voy contigo'", prosigue.

Las condiciones del mar y el oleaje provocado por el fuerte viento advertían de que no era un buen día para actividades costeras. Aun así, la app que utilizan habitualmente los dos amigos señalaba que en la zona de ses Eres Roges, una parte rocosa de es Figueral situada justo frente a s'Illot de s'Or (Santa Eulària), las condiciones eran más suaves.

Sobre las 20.15 horas, los dos pescadores tiraron la caña. Entonces, uno de ellos cayó al mar debido a que una pequeña ola le hizo perder el equilibrio y en un intento de que el oleaje no le arrastrara, se agarró a las piedras, muy puntiagudas, haciéndose daño en las manos. En ese momento, el mar empezó a coger fuerza.

Punto de la costa situado frente a s'Illot de s'Or donde se realizó el rescate del pescador

Punto de la costa situado frente a s'Illot de s'Or donde se realizó el rescate del pescador / Google Maps

El peso de la ropa y del miedo

Entonces Scatolini, de nacionalidad italiana pero residente en la isla desde hace muchos años, se lanzó al agua para sacarlo, pero "entre la pesadez de la ropa y el miedo", no lo consiguió. En ese momento decidió salir a tierra y dar aviso a los servicios de emergencias del 112, mientras su amigo, ya en el mar, intentaba buscar una roca para conseguir aguantar y no ser arrastrado por la corriente.

La Policía Local de Santa Eulària fue la primera en llegar al lugar de los hechos y empezó a hacer señales luminosas para localizar a los pescadores en la zona semiacantilada. Una vez dieron con ellos, los agentes enviaron las coordenadas a la central de comunicaciones informando al resto de vehículos de emergencias de que el camino era accesible, según detallan desde este cuerpo de seguridad.

En ese momento, el hombre precipitado se había quitado los pantalones y los zapatos para nadar con mayor facilidad y había conseguido llegar hasta una roca más o menos plana situada a unos cien metros de la costa. Ante las preguntas a gritos de las patrullas, el hombre les pudo explicar que no conseguía moverse a causa del frío, los golpes y los rasguños sufridos.

Movilización para el rescate

La Policía Local informó al afectado de que se había activado un protocolo de rescate y de que el helicóptero de Salvamento Marítimo estaba en camino para salvarle.

A su llegada, los agentes iluminaron la zona en la que se encontraba el hombre con las linternas de largo alcance, ya que en un principio el helicóptero no hallaba su posición exacta. 

El helicóptero de Salvamento Marítimo durante el rescate del pescador

El helicóptero de Salvamento Marítimo durante el rescate del pescador / DI

Por otro lado, desde el Parque Insular de bomberos de Ibiza, donde habían recibido el aviso a las 20.40 horas, se movilizó una dotación formada por un caporal y tres bomberos en un camión autobomba rural, aunque no llegaron a intervenir dado que no contaban con material acuático para el rescate. También se desplazó hasta la zona una unidad medicalizada del 061, que trasladó al hombre al Hospital Can Misses en una ambulancia para valorar su estado de salud.

Aunque el pescador no sufrió heridas graves, sí presentaba un inicio de hipotermia debido al tiempo que había permanecido en el agua, además de moratones en uno de los muslos y varias magulladuras en las rodillas y manos.

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