Policías de Sant Antoni: «Cuando escuchamos el llanto de la bebé, sentimos alivio. Si lloraba es que respiraba»

La madre dedica unas cariñosas palabras en Instagram a los agentes y el personal de la ambulancia

Javier, Joan y José Antonio, tres de los cuatro agentes que el pasado jueves acudieron a la llamada de una bebé que no respiraba.

Javier, Joan y José Antonio, tres de los cuatro agentes que el pasado jueves acudieron a la llamada de una bebé que no respiraba. / Vicent Marí

«Siempre que nos llaman para acudir a un servicio vamos corriendo, pero cuando te dicen que hay un bebé que no respira, te das más prisa», afirma Joan, agente de la Policía Local de Sant Antoni. Él y otros tres compañeros (Javier, José Antonio y Víctor) saben de lo que hablan porque hace apenas unos días vivieron uno de esos servicios que les hacen responder con especial premura.

Javier, Joan y José Antonio, quienes, junto a Víctor, acudieron a la llamada.

Javier, Joan y José Antonio, quienes, junto a Víctor, acudieron a la llamada. / Vicent Marí

Era el jueves por la tarde cuando las dos patrullas que en ese momento estaban en la calle, recibieron una alerta del 112. Una bebé que no había cumplido aún los dos años tenía fiebre, convulsiones y no podía respirar. Su familia, residente en la localidad, había llamado al servicio de emergencias, que activó todos los recursos que tenía a su alcance para salvar la vida de la pequeña. Alertó a una ambulancia, pero también a la Policía Local. «Lo normal en estos casos es avisar a los servicios de emergencia, que lo centralizan todo, aunque es cierto que, a veces, nosotros estamos más cerca y se pierde algo de tiempo», reflexiona el agente. Aunque la ambulancia llegó al domicilio de la familia con muchísima rapidez, los primeros en llegar —«en dos o tres minutos estábamos allí»— fueron ellos. En ese momento, cuando recibieron la llamada «sobre las siete y media de la tarde», las dos patrullas que estaban en la calle se dirigieron hacia allí. «Había otro servicio, pero cuando te llega un aviso así...», comenta Suñer, que explica que la otra llamada que requería la presencia de los agentes podía esperar.

Maletín de primeros auxilios

En cuanto llegaron a la dirección que les había indicado el 112, los agentes subieron hasta el cuarto piso, donde se encuentra la vivienda de la familia «con el maletín» que llevan siempre en los vehículos policiales para estos casos. Una bolsa en la que hay material imprescindible para primeros auxilios.

«La puerta del domicilio estaba abierta y escuchamos el llanto de la bebé. Eso nos alivió un poco», recuerda el agente. «Si está llorando es que respira», pensaron los policías, que comprobaron, ya junto a la familia y el bebé, que éste no requería una actuación urgente, ya que había recuperado el aliento y parecía respirar bien. La ambulancia, recuerda, llegó en seguida. Ellos se ocuparon de la bebé, a la que, aunque parecía estar bien, llevaron al Hospital Can Misses, donde permaneció en observación.

El mensaje de la madre

Precisamente desde allí, la madre de la niña compartió a través de las redes un cariñoso mensaje de agradecimiento a Joan, Javier, José Antonio y Víctor y también a los profesionales de la ambulancia que acudieron tras su llamada. Un texto que ilustraba con una foto hecha a la hora de la puesta de sol, antes de que pasara nada. «Esa misma tarde hice esa foto sin saber lo que pasaría en unas horas. No nos olvidamos de la gran efectividad de la Policía Local de Sant Antoni, que tardó unos minutos en llegar a casa y de la profesionalidad, cariño y cuidado con el que cuidaron a Olivia y a nosotros el equipo de la ambulancia», relata la madre, que continúa: «Qué tranquila estoy al tener profesionales como vosotros. Muchas veces sólo decimos lo malo, pero esto también hay que decirlo. Gracias a cada uno de vosotros». Un post que firmaba como «una mamá asustada con su bebé con convulsiones» y del que la Policía Local de Sant Antoni se hacía eco, compartiéndolo en sus redes sociales.

Story de la madre de la niña compartido por la Policía Local. | IG

Story de la madre de la niña compartido por la Policía Local. / IG

Los agentes señalan que este tipo de servicios no son muy habituales. En la mayoría de los casos, además de una actuación inmediata a la espera de que lleguen los sanitarios, si éstos no están allí ya, se encargan de desviar el tráfico o cortar un tramo de la calle para facilitar el acceso y la salida de los vehículos de emergencias. Además, cuando se trata de menores, buena parte de su actuación consiste en tranquilizar a los padres y madres, especialmente en el caso de niños y niñas tan pequeños: «Cuando tienes hijos, entiendes por lo que están pasando». «Hasta que no se va la ambulancia, no nos vamos», concluye Joan, que confiesa que, cuando acuden a este tipo de servicios les gusta saber, pasados unos días, cómo se encuentran las personas a las que ayudan.

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