Un okupa amenaza a varios policías con un cuchillo en Ibiza para evitar que le desalojen de la casa

La Policía Nacional detiene al hombre acusado de un delito de allanamiento de morada, resistencia, desobediencia y amenazas

Imagen de la fachada de la comisaría de la Policía nacinal en Ibiza.

Imagen de la fachada de la comisaría de la Policía nacinal en Ibiza. / Vicent Marí

Una patrulla de seguridad ciudadana de la Policía Nacional de Ibiza ha detenido a un hombre de 39 años y de nacionalidad marroquí como presunto autor de un delito de allanamiento de morada, resistencia, desobediencia y amenazas.

El 091 alertó a los agentes para que se dirigieran a un barrio cercano al centro de Ibiza donde, al parecer, los propietarios de una vivienda no podían acceder al interior de la misma porque les habían cambiado la cerradura, según informa la Policía Nacional en un comunicado.

Vivienda familiar habitada

Una vez en el lugar, los agentes, tras hablar con los propietarios y los vecinos de la zona, comprobaron que se trataba de una vivienda familiar habitada de manera habitual, lo que indicaba que el inmueble acababa de ser okupado.

Tras las gestiones realizadas por parte de los agentes, y al no contestar nadie desde el interior de la vivienda, se personó un cerrajero para que el dueño pudiera acceder a su domicilio, momento en el que abrió la puerta de la vivienda una mujer. Ésta dijo en un primer momento que había alquilado el domicilio. Sin embargo, pasados unos instantes, desmintió esta afirmación y llamó a su marido para que acudiera.

Amenazas con un cuchillo

Cuando éste llegó comenzó a amenazar a los agentes de manera muy "agresiva y hostil", para, a continuación, acceder al interior de la vivienda, coger un cuchillo y amenazar con matar a todo aquel que intentara entrar en la vivienda y matarse después.

Dado el estado de agresividad del individuo, los agentes llamaron a una ambulancia, entraron en la vivienda y trataron de negociar con el hombre, velando en todo momento por su integridad, matiza la Policía en el comunicado. El hombre se negó a colaborar, según agrega la nota, motivo por el que uno de los agentes usó un inmovilizador eléctrico, conocido como táser. Fue entonces cuando el individuo comenzó a acatar las órdenes de los agentes, dejó el cuchillo y se tumbó en el suelo, momento en el que los policías le detuvieron.