Las asociaciones reclaman al Ayuntamiento de Ibiza el fin de las barreras arquitectónicas

Las entidades sociales piden a la concejala de Bienestar Social más plazas de aparcamiento para las personas con movilidad reducida y que las existentes cumplan con las normativas de accesibilidad

Imagen de la reunión entre los concejales y las entidades sociales.

Imagen de la reunión entre los concejales y las entidades sociales. / D.V.

Son nueve entidades sociales distintas. Las ha convocado la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Ibiza y cada una de ellas acude con su particular lista de peticiones y deberes para el equipo de gobierno municipal. Pese a la diversidad de voces, la gran mayoría de reclamaciones se pueden resumir en dos: el fin de las barreras arquitectónicas y la mejora y adecuación de las plazas de aparcamiento reservadas a las personas con movilidad reducida.

Según el Consistorio, el objetivo de la reunión, que se ha celebrado este viernes en el Casal d’Igualtat de Vila, era conocer las propuestas de las entidades para mejorar la atención a las personas con problemas de discapacidad, y lograr una ciudad «inclusiva y accesible».

Al encuentro han asistido representantes de la Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Ibiza y Formentera (Apneef), Ibiza y Formentera Contra el Cáncer (IFCC), Asociación de Esclerosis Múltiple de Ibiza y Formentera (Aemif), Cruz Roja Ibiza, Plataforma Sociosanitaria, Asociación Salud Mental Afaes, Asociación de Deporte Adaptado de Ibiza y Formentera (Addif), Ibiza Inclusiva y Asperger Ibiza y Formentera (AIF).

«Tienen que arreglar el tema de los parkings», comenta Susi Fresneda, presidenta de Apneef: «La población ha aumentado y ha envejecido, y se necesitan más plazas reservadas. Además, muchas de ellas no cumplen con la normativa, no son lo suficientemente anchas. También a veces están escondidas, en sitios en los que resulta difícil maniobrar para acceder a ellas».

Una petición con la que coincide Laura Moreno, jefa del departamento de Intervención e Inclusión Social de Cruz Roja Ibiza: «Los aparcamientos no son los adecuados. Y algunos están situados al lado de farolas o papeleras». Una reclamación que asume la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Ibiza, Lola Penín, que es quien ha convocado la reunión: «Es cierto que hay plazas que no cumplen la normativa. El parking adaptado debe tener unas medidas y condiciones que a veces no se dan. Por ejemplo, los usuarios no tienen espacio para sacar la rampa y salir del interior del vehículo».

Ejemplo de acera no accesible en el barrio de Ca n’Escandell. | D.V.

Ejemplo de acera no accesible en el barrio de Ca n’Escandell. / D.V.

En la actualidad, en el municipio hay 195 plazas de aparcamiento adaptadas. Además de lograr que todas ellas sean útiles, el Ayuntamiento contempla también la posibilidad de que se aumente su número: «Se ampliarán a solicitud», confirma Blanca Hernández, concejala de Vías Públicas, Obras y Movilidad.

Ciudad sin barreras

«Hemos venido aquí a escuchar a las asociaciones. Quiénes mejor que ellas para saber cuáles son las necesidades de sus usuarios, que son las personas más vulnerables», comenta Penín a la entrada de la reunión: «Nos tenemos que apoyar en ellas para hacer una ciudad realmente inclusiva y accesible».

¿Qué otras peticiones ha escuchado Penín? Además de las plazas de estacionamiento adaptado, el otro gran caballo de batalla son las barreras arquitectónicas, algo en lo que todas las asociaciones consultadas coinciden.

«Se deben eliminar todas las barreras arquitectónicas, hay que avanzar en esto», explica Vicent Torres Benet, vocal de la Plataforma Sociosanitaria, que recuerda que todavía quedan pasos de cebra que no están completamente adaptados y a los que les falta la señalización para personas invidentes. Una situación que no se debe limitar a las aceras: «Hay que adaptar todos los elementos arquitectónicos que hay a pie de calle», recuerda Ismael Vargas, gerente de Aemif, en referencia a las fincas con escalones y accesos a diversos niveles, tan típicos de la arquitectura de los años setenta del siglo pasado.

Laura Moreno, de Cruz Roja, añade otro problema: «Hay una gran cantidad de elementos en la vía pública, como farolas, postes, papeleras y elementos verticales que quitan mucho espacio y, en algunos casos, dificultan el paso de las personas en silla de ruedas».

«También es importante la accesibilidad del transporte público. Hay autobuses que no están preparados para los usuarios con movilidad reducida», señala Myriam Martín, presidenta de Addif, que recuerda que la asociación que preside necesita una furgoneta adaptada.

Formación para la diversidad

Vicent Torres, de la Plataforma Sociosanitaria, pide también a bares y restaurantes que se tomen en serio la obligatoriedad de disponer de un lavabo adaptado: «Muchas personas nos han comentado que se encuentran bares en los que el lavabo para las personas con discapacidad no tiene un correcto mantenimiento y que, incluso, se utiliza como almacén».

Además de los aspectos físicos que segregan a los ciudadanos, hay también otras barreras y, a veces, no son tan visibles, como recuerda Mar Ferre, psicóloga de AIF: «Los trabajadores públicos deben recibir una formación sobre las discapacidades invisibles, como pueden ser las derivadas del autismo. Cuando estas personas quieren acceder a servicios públicos o quieren hacer trámites como empadronarse, requieren un funcionario que sepa de sus necesidades y les atienda correctamente».

Propuestas de las que toman nota los concejales asistentes —además de Lola Penín y Blanca Fernández, también ha acudido Rubén Sousa, concejal de Transporte Público y Ciudad Inteligente—, pero una cosa es escuchar y otra actuar. ¿Tiene el Ayuntamiento fondos para acometer estas actuaciones? Penín asegura que sí: «Acabamos de empezar el año. Tenemos un presupuesto y seguro que sacamos dinero para aplicar nuestro proyecto, que es el de hacer una ciudad más inclusiva y accesible».

Tras este primer contacto, las sensaciones han sido buenas, explica Mar Ferre a la salida de la reunión: «Hemos visto a la concejala con muy buena disposición. A ver qué pasa».

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