Unas navidades con obras y «apagadas» en la calle Pere Francès de Ibiza

Los trabajos de remodelación de la calle Pere Francès de Ibiza marcan el inicio de las fiestas de Navidad para los vecinos y comercios del barrio de es Pratet. «Las obras se están llevando bastante bien. Estábamos mentalizados por lo que nos decían los comerciantes de la avenida de Isidor Macabich, pero es verdad que eran unos trabajos mucho más grandes», comenta Carmen Cárcel, la presidenta de la Asociación de Vecinos y Comerciantes del barrio de es Pratet.

La también propietaria de la pastelería Bon gust, situada en esta calle, detalla que los trabajadores recogen todos los materiales que dejan en la vía pública y que ésta está abierta al tráfico. A pesar de ello, apunta que los vecinos se quejan de los ruidos y el polvo, «pero son obras y las molestias son mínimas».

Novedades este lunes en las obras de es Pratet en Ibiza

Cárcel señala que las anteriores reformas de Pere Francès presentaron algunas carencias: «Hace 15 o 20 años se equivocaron en todo porque no pensaron que ésta iba a ser una calle por la que circularan vehículos y a los pocos meses ya había agujeros en el asfalto». Otro de los puntos conflictivos fueron los árboles plantados en las aceras: «Las raíces de los chopos levantaban la calle y se metieron en algunos negocios», recuerda. Asimismo, menciona que algunos de los árboles llegaron a caerse y «era un peligro».

Además, señala que los trabajos pretenden solventar algunas de las necesidades de la vía, como las de iluminación: «Antes era muy triste y opaca». También indica que el Ayuntamiento renovará el mobiliario público y que el parque infantil de la antigua plaza de toros tendrá «cosas más modernas». La presidenta de la asociación recalca que estas obras debían de haber comenzado hace un año.

Quejas de los comerciantes

Antonio Planells, pastelero de la tienda Violet, señala que el ambiente está «muy apagado por culpa de las obras». El trabajador explica que las reformas «siempre podrían ir más rápido» y que el Ayuntamiento se mantiene en contacto con los comerciantes, aunque matiza: «Por mucho que comuniquen, no hay nada que hacer con las molestias».

Por su parte, Ignacio Llavador, titular de la farmacia Es Pratet explica que los trabajos cumplen lo prometido en lo que se refiere a los plazos de ejecución, aunque no con el plan previsto en tramos de obra: «Han empezado por el principio de la calle y se han ido también al final. Nosotros, que estamos en medio, tenemos algo de los dos bandos». Cárcel aclara que en la parte de la vía menos céntrica «tenían que arreglar el tema de carga y descarga y el aparcamiento y han aprovechado para cambiar las tuberías».

Añade que los trabajadores dejan la maquinaria y los materiales en el parque y que, para desplazarse a las obras de las calles cercanas a la avenida Bartomeu de Roselló, han de circular: «En dirección prohibida y subiéndose encima de la acera». A pesar de ello, agradece que las reformas hayan comenzado después del verano, aunque se pregunta acerca del final de la remodelación: «Veremos cuánto nos come de la temporada que viene».

El propietario de la tienda La bicicleta de Ibiza, Antonio Martín, reflexiona que las obras repercuten en las ventas, «pero no es algo muy grave».

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