Alcaraz revela que el presidente de Formentera pidió «fondos reservados» del Govern que «no existen»

El presidente del PP de Formentera explica que el 4 de noviembre Córdoba le planteó esta posibilidad y que le advirtió de que «necesitaba una compensación económica para sentirse valorado y seguir apoyando al Govern»

Córdoba y Alcaraz, en una reunión con el vicepresidente económico del Govern, Antoni Costa. | D. I.

Córdoba y Alcaraz, en una reunión con el vicepresidente económico del Govern, Antoni Costa. | D. I. / eugenio rodríguez. eivissae.r. eivissa

El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, planteó al presidente insular del PP y conseller de Promoción Económica, José Manuel Alcaraz, la posibilidad de obtener, a través de «fondos reservados del Govern balear», entre «tres mil o cuatro mil» euros mensuales extra a sus ingresos del Parlament y el Consell.

Alcaraz, que recalca que «no existen fondos reservados y que si existieran, serían ilegales», explica que Córdoba puso esta posibilidad sobre la mesa en una reunión que mantuvieron a solas el sábado 4 de noviembre. «Ha visto muchas películas», lamenta Alcaraz, que agrega que, en todo caso, Córdoba dijo que la compensación debía salir del Govern, pero descartaba que fuera a través de algún cargo político porque «ya tiene varios». Esto fue poco más de 20 días antes de que Córdoba enviara a la prensa el primer comunicado críptico en el que amenazaba con retirar su apoyo al Govern.

El presidente del PP de Formentera reconoce que esta parte, la de los «fondos reservados», fue lo que más le «impactó» de la conversación que mantuvo con Córdoba. Esta fue la primera vez, dice Alcaraz, que le habló de sus necesidades económicas, aunque ya era consciente de ello porque, previamente, el presidente y diputado ya había dicho en Palma que «necesitaba algún tipo de compensación».

Córdoba solo cita a Alcaraz

Córdoba citó a Alcaraz el 4 de noviembre en la sede del Consell para «hablar de unas cosas». Alcaraz explica que contactó con la jefa de gabinete del presidente para que convocara también al presidente de Compromís amb Formentera, Javi Serra, el otro socio de la coalición conservadora (Sa Unió), pero no lo hizo. «Quería reunirse solo conmigo. Te das cuenta de que [Córdoba] quería reuniones individuales porque no quería testigos y para que, al final, fuera la palabra de uno contra la del otro», destaca.

En este encuentro, revela Alcaraz, Córdoba le transmitió que, en los primeros cuatro meses de legislatura, «se había portado muy bien y había votado que sí a todo lo del Govern en el Parlament, pero que a partir de ese momento le tenían que ofrecer algo y que eso sería equivalente a lo que le valorábamos. Nos presiona para seguir apoyando al Govern», añade.

Javi Serr,a de Compromís, Llorenç Córdoba y José Manuel Alcaraz, del PP de Formentera.

Javi Serr,a de Compromís, Llorenç Córdoba y José Manuel Alcaraz, del PP de Formentera. / D. I.

Ese día, Alcaraz le deja «muy claro», según su testimonio, que las asignaciones del Parlament (al margen del sueldo y las dietas) han de ser para «los dos partidos» (PP y Compromís amb Formentera), tal como se había firmado en el acuerdo de coalición de Sa Unió (60% y 40%, respectivamente). «Le digo que presente facturas de lo que necesita para el desarrollo de su función de diputado y que sin problemas se le pagará. En Palma también se lo habían dicho», indica el presidente insular del PP, que agrega que, precisamente, Córdoba habló de «fondos reservados» porque, «según su cabeza, es un dinero que se da sin ninguna fiscalización». «Que yo sepa esto pasaba en el Ministerio del Interior cuando había los GAL, pero creo que dejaron de existir», dice.

También sostiene que la justificación de la reclamación económica de Córdoba es «absurda» porque «cuatro taxis en Palma no valen 4.000 euros». En ese encuentro del 4 de noviembre, Alcaraz le dijo que «no veía» lo que Córdoba le estaba planteando, y éste, según el dirigente del PP, le dijo que «intentaría buscar compensaciones a través del Parlament y el Govern hablando con diversas autoridades». «Y así fue».

En este contexto, cuando Córdoba lanzó el primer comunicado confuso a los medios de comunicación de espaldas a su equipo de gobierno, Alcaraz ya intuía, indica, cuál era la estrategia de Córdoba. «Tenía una cita [en unos días] con la secretaria general del PP de Balears [Sandra Fernández]. Se encendieron todas las alarmas», recuerda.

El «portazo» a Marga Prohens

La presidenta del Govern, Marga Prohens, también quiso estar y, pese a la oposición inicial de Córdoba, también se convocó a Alcaraz y Serra. «Él [Córdoba] dijo que al principio no estuviéramos nosotros, pero a los 15 minutos nos llaman porque la reunión no iba bien. Y cuando entramos, ipso facto [Córdoba] se levanta desencajado y nos dice, a gritos, que no somos amigos y se fue dando un portazo. Hemos tenido situaciones tensas con él, pero ninguna como esta», apunta.

Esa semana, Córdoba estuvo en Mallorca hasta el miércoles. El jueves hubo pleno y por la noche no asistió a la reunión programada con los vecinos de Sant Ferran, que es «su pueblo», remarca Alcaraz. «Estuvimos los ocho consellers, pero él no. Sus ausencias son habituales. Tampoco ha estado en las reuniones con los vecinos de la Mola, Sant Francesc y ses Bardetes», critica.

Córdoba rehusó «una salida digna»

En la reunión de ocho horas del viernes 1 de diciembre, los ocho consellers del PP y Compromís amb Formentera ya mostraron la puerta de salida al presidente, Llorenç Córdoba, sin posibilidad de vuelta atrás. «Le dijimos que, con la situación esperpéntica que había generado, no le quedaba más que dimitir», recuerda el presidente del PP de Formentera y vicepresidente tercero del Consell, José Manuel Alcaraz. También le ofrecieron «una salida digna» manteniendo su cargo de diputado en el Parlament, pero su salida del Consell, al que había situado en una situación de «ingobernabilidad», no era negociable. El presidente del PP indica que en la reunión con el equipo de gobierno, Córdoba «no dio su brazo a torcer». «Fue muy desagradable. Intentamos hacerle entender que sus problemas económicos personales no los pueden compensar ni las administraciones ni los partidos», rememora el dirigente del PP.

Además, tal como ya se dijo en la rueda de prensa en la que los consellers de Sa Unió desvelaron los verdaderos motivos de la crisis provocada por Córdoba, Alcaraz destaca que lo que «más ha dolido» es que el presidente creara «una cortina de humo para decir que defendía los intereses de Formentera cuando estaba pidiendo un sobresueldo».

Mañana, los ocho consellers firmarán la expulsión de Córdoba del grupo de Sa Unió en el Consell de Formentera. Si no dimite, se iniciarán las conversaciones con Gent per Formentera y el PSOE para tratar de acordar una moción de censura, aunque no están por la labor. También espera que esta semana un abogado confirme si Córdoba, con sus declaraciones, podría haber incurrido en «algún delito».

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