«Es inviable vivir en Ibiza con este salario»

Alrededor de 50 personas protestan por el convenio de las educadoras de ‘escoletes’

Alrededor de medio centenar de personas se concentraron ayer en la plaza Antoni Albert i Nieto de Vila para exigir el desbloqueo de las negociaciones de un nuevo convenio laboral para las educadoras de escoletes privadas o de gestión indirecta. Entre los manifestantes había trabajadoras, niños y madres y padres de alumnos y el lema más repetido fue: «Per un conveni just».

Jorge Argüelles, delegado de Educación Privada y Concertada en Ibiza en Comisiones Obreras (CCOO), explica que estas protestas son de alcance nacional. Destaca que las patronales del sector «no quieren cambiar las condiciones precarias de este grupo de trabajadoras».

Sandra Martínez, una educadora en el centro de Es Vedranell, afirma: «Es inviable vivir en Ibiza con este salario. No llegamos a cobrar 1.200 euros». Debido a esta situación, comenta que no puede independizarse de casa de sus padres. «Tenemos una formación que no se valora», lamenta.

Añade que trabaja con 18 niños en el aula y que el pasado año escolar tuvo que hacerse cargo de un niño con necesidades educativas especiales. Indica que el Ayuntamiento de Sant Josep les concedió un auxiliar «solo en los últimos tres meses del curso». Por eso, recuerda que estaba «desesperada y con ansiedad».

«Un convenio justo»

Macarena Díaz, la madre de un niño de la escoleta de Can Coix, asegura que reivindica «un convenio justo para las educadoras para que tengan buenas condiciones de trabajo y eduquen mejor a nuestros hijos». Apunta que lo que más afecta de esta situación es la falta de personal: «A mí cuidar a un solo bebé ya me cuesta en mi casa. Cuando veo a la educadora que tiene a siete niños como el mío, pienso que debería tener más apoyo».

Jordi Escandell afirma que nota esta situación «más como marido de una educadora que como padre». Indica que, como se trata de un oficio vocacional, las trabajadoras compensan la falta de recursos «dando el 110%, lo que repercute en su salud mental». «Mi mujer ha puesto dinero de su bolsillo para pagar material», explica.

El manifiesto de las educadoras de 0 a 3 años que Martínez leyó durante la protesta destacó la relevancia de la profesión: «No somos guarderías: somos escoletes. […] La finalidad principal de nuestra actividad es potenciar sus capacidades para que su proceso psicomotriz, afectivo, intelectual y social consiga el avance más óptimo».

El comunicado señaló que las patronales permanecen «sordas» a las propuestas de las trabajadoras. También afirmó que no hay ninguna propuesta «digna encima de la mesa», ya que las proposiciones en materia salarial son «totalmente insuficientes» y que el colectivo no acepta la congelación del sueldo ofrecida para 2023.

La del día de ayer fue la cuarta movilización que CCOO y las profesionales organizan debido a este conflicto. Argüelles señala que no se descarta convocar más concentraciones y más huelgas: «Las trabajadoras están muy cansadas de vivir esta situación y tienen toda la fuerza para seguir luchando por lo que pensamos que es justo».

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