«Hemos tenido que esperar al final del verano para poder usar la pérgola de movilidad reducida de Platja d'en Bossa»

Llevan todo el verano, desde julio, denunciando el mal estado en el que se encuentra la zona de Platja d’en Bossa habilitada para personas con movilidad reducida y no ha sido hasta que ha acabado el verano cuando lo han visto solucionado. «Al menos lo han arreglado», ironiza la familia de un menor de Ibiza que este verano ha sufrido la falta de mantenimiento de la pérgola para personas vulnerables de Platja d’en Bossa así como el inexistente control sobre este espacio. Llegaron a denunciar, incluso, que una escuela de yoga lo usaba para sesiones al aire libre por las que cobraba, algo de lo que había pruebas y a pesar de lo cual el Ayuntamiento de Sant Josep no actuó.

"A ver si aguanta hasta que vuelva el verano"

Hace unos días, aprovechando que hacía sol, regresaron a la zona y cuál no fue su sorpresa al encontrarse con que buena parte de lo que llevaban todo el verano denunciando, sin éxito, ya está solventado. «Ahora que ya no es verano», lamentan. «A ver si ahora aguanta hasta que vuelva el calor, porque igual el año que viene cuando digamos de volver a la playa nos encontramos con que vuelve a estar igual», reflexiona la familia.

Denuncian que un centro de yoga usa para sus clases la pérgola de vulnerables de Platja d’en Bossa

En estos momentos en la zona de aparcamiento ya se ha restablecido la señal de tráfico vertical que indica las plazas para personas con movilidad reducida. La vieja, que se había roto, ha pasado meses tirada en la acera sin que nadie la recogiera. De la misma manera, se ha instalado un cartel más grande en la esquina de la pérgola, bien visible, para informar de que se trata de un espacio de uso «exclusivo» para estas personas. Por si no queda claro, el cartel incluye los pictogramas de una persona en silla de ruedas, una mujer embarazada y dos personas mayores con bastón. Y es que otra de las denuncias que llevan todo el verano repitiendo es que al llegar a la pérgola se la encontraban llena de gente y de bicicletas, sin espacio para las personas para las que está destinada.

Suscríbete para seguir leyendo