Fiestas de Sant Carles: Un día de contrastes y presentaciones

Sant Carles celebra su día grande en una jornada en la que reina el sol con fuertes rachas de viento. El grupo Socarrel, procedente de Xàtiva, exhibe sus danzas tradicionales

La festividad de Sant Carles sirvió para mostrar los contrastes de una temporada en la que los días son soleados, pero con rachas de viento fuertes que sorprenden al voltear cualquier esquina. Una temporada en la que algunos se resisten a hacer cambio de armario y, otros, ansiosos por la llegada del invierno, lucen chaquetas, gabardinas y toda prenda de abrigo que se tercie.

El grupo de baile Socarrel, de Xàtiva. | T. ESCOBAR

El grupo de baile Socarrel, de Xàtiva. | T. ESCOBAR / B.roselló. sant carles

No eran las doce del mediodía aún y las campanas de la iglesia no habían repicado cuando en interior del templo la mayoría de bancos ya estaban ocupados. A pocos metros, niños balanceándose todo lo que podían en los columpios del parque. Algunas, incluso, disfrazadas con un traje azul brillante a modo de hada combinado con unas chanclas propias de un sofocante mes de agosto. Otras, devorando un helado, concretamente un Calippo de lima. En el porche de la iglesia, por contra, abrigos, trajes, mangas largas, medias y algún que otro fular para resguardar las gargantas de estas borrascas ventosas.

Carlos Planells, a la derecha, junto a las motos clásicas. | T. ESCOBAR

Carlos Planells, a la derecha, junto a las motos clásicas. | T. ESCOBAR / B.roselló. sant carles

Con la llegada de la colla de 'ball pagès' empieza el repique de campanas. Detrás de la colla, el grupo de danzas Socarrel, procedente de Xàtiva (Valencia), que llega acompasado con la música de la flauta dolçaina y el tabalet. El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, aguardan bajo el porche a la llegada de las autoridades eclesiásticas para acceder a la iglesia.

Los integrantes más pequeños de la ‘colla’.  | T. ESCOBAR

Los integrantes más pequeños de la ‘colla’. | T. ESCOBAR / B.roselló. sant carles

La homilía sirvió para presentar a los feligreses a los tres capellanes -Marcelo, Fabián y Demetrio- que se encargarán de la parroquia de Sant Carles a la vez que la combinarán con de la Santa Eulària.

Mientras, en el exterior, Carlos Planells conversa con amigos del Club de la Moto Clàssica d'Eivissa i Formentera junto a la exhibición de vehículos antiguos. No le falla la memoria cuando da detalles de la motocicleta más antigua que hay: una Ariel Red Hunter, de 1945. «Es una Ariel inglesa con matrícula inglesa», precisa. Planells detalla que no está restaurada, pero funciona a la perfección: «A mí me gustan más así, originales». Al preguntarle por su preferida no tiene duda en señalar una Vespa de un tono verde pastel de principios de los años 50. «De 1954», apunta otra voz. Es María, la propietaria de la motocicleta y la «única mujer que conduce» porque, explica, el resto van de acompañantes.

La Vespa es un regalo que le hizo su hijo cuando cumplió los 40: «Es exactamente igual que una que tenía mi padre», dice. Planells sigue dando detalles de cualquiera de los vehículos por los que se le pregunte porque, dice, es su «hobby» desde que se jubiló. «Esta es conocida como Ural rusa y con el diseño original de la BMW R 71». «Llegó de Polonia, pero con licencia alemana», continúa Planells, que ayer además de celebrar su onomástica, cumplía 73 años y «hace 50 años, tal día como hoy, me casaba».

Antes de finalizar la misa, el grupo invitado interpreta una 'albà', un cántico festivo, según explica uno de los integrantes de Socarrel, que viaja a Ibiza por primera vez.

Tras la homilía, la procesión rodea la iglesia, siguiendo las cruces que determinan cada una de las estaciones de Semana Santa. Los de Xàtiva abren el desfile portando al santo Vicente Ferrer, por aquello de compartir procedencia.

Y de nuevo los contrastes. Turistas en bermudas y cámara en mano ojipláticos ante un colorido desfile de trajes típicos y figuras religiosas comparten espacio con los vecinos de la parroquia, bien abrigados.

Suscríbete para seguir leyendo