Medio ambiente | Despilfarro de agua en una isla seca

Santa Eulària detecta villas que consumen en julio el cuádruple de agua que la media

El Consistorio, que lleva a pleno una nueva versión de la ordenanza de gestión del agua, impuso el pasado verano una limitación a 47 abonados de Jesús para que redujeran su excesivo gasto diario.

Vista aérea de Santa Eulària. | CÉSAR NAVARRO

Vista aérea de Santa Eulària. | CÉSAR NAVARRO / José Miguel L.Romero. eivissa

El Consistorio de Santa Eulària ha detectado viviendas unifamiliares de su municipio cuyo consumo de agua durante el mes de julio es cuatro veces superior al de la media. Para frenar ese despilfarro, el equipo de Gobierno llevará el próximo jueves a pleno una nueva versión de la ordenanza de gestión sostenible del agua para su aprobación inicial. Contiene aportaciones de los principales consumidores de agua de este territorio que «han enriquecido el texto para reducir el consumo», explica la alcaldesa, Carmen Ferrer.

Entre esos sectores que más agua gastan están los hoteles, si bien Ferrer advierte de que, tal como ha demostrado el estudio realizado por el Consistorio para redactar el Plan de Gestión Sostenible del Agua (que también llevan al pleno), «no son los que más consumen». De hecho, sólo hay dos alojamientos en ese municipio (con cientos de plazas) cuyos contadores registren más volumen que las villas más derrochadoras.

Consumo disparado en Jesús

Para el Plan estudiaron los datos de una comunidad de propietarios de la zona de Jesús que figura entre los grandes consumidores (más de 10.000 metros cúbicos de agua al año) y que sólo cuenta con 47 abonados. En el año 2022, esa agrupación consumió un total de 6.852 metros cúbicos durante el mes de julio (6,85 millones de litros al mes), es decir, una media de 221 metros cúbicos al día (221.032 litros al día). En el ramal de La Joya de la Arteria Norte, que cuenta con 388 abonados, el consumo diario es el doble, pero para ocho veces más de clientes. Si en la zona analizada de Jesús el consumo por abonado era en 2022 de unos 4,7 metros cúbicos diarios, en La Joya se reducía a 1,3 metros cúbicos (y eso que allí casi hay una piscina por vivienda). Si se extrapolara a La Joya el gasto de las casas unifamiliares de Jesús durante julio, el registro diario de agua se dispararía a unos 1.800 metros cúbicos, es decir, el cuádruple de lo que habitualmente ‘bebe’ esa urbanización.

El pasado verano, Santa Eulària decidió aplicar a esas casas de Jesús la limitación de un máximo de 144 metros cúbicos por día (74 menos), que «es el equivalente a toda la zona de abastecimiento de Santa Gertrudis», apuntan desde el Consistorio. El ahorro registrado gracias a esa medida «ha sido destacado», indican, pues «se ha pasado de 34.790 metros cúbicos a 31.248 metros cúbicos, es decir, 3.542 menos».

De 22 a 14 camiones cuba

Para que se comprenda el alcance de semejante ahorro, desde el Ayuntamiento comparan qué habría sucedido si en vez de por la red, el agua hubiera llegado a esa comunidad de clientes de Jesús a través de camiones cuba: para el suministro en julio de 2022 con vehículos cisterna (con una capacidad de 10.000 litros) se habrían necesitado 22 camiones diarios, pero este año, con la limitación, habrían bastado 14.

«Hay comunidades de propietarios unifamiliares que tienen un consumo importante»

Ante esas cifras, que demuestran que «hay comunidades de propietarios unifamiliares que tienen un consumo importante», Carmen Ferrer comenta que «no sólo hay que poner el ojo en los establecimientos hoteleros, que son los primeros interesados en controlar ese gasto, sino también deben hacer sus deberes el Ayuntamiento, que ya está en ello, y las comunidades de propietarios». La alcaldesa reitera que «el agua desalada no es la panacea. No se puede pensar sólo en incrementarla. Hay que recuperar acuíferos y pensar en controlar y hacer un uso razonable. Hay muchas acciones que nos pueden permitir ahorrar bastantes toneladas de agua al año».

Consumo en jardín y piscina

En la ordenanza, por ejemplo, se recoge que los contadores de las viviendas unifamiliares que consumen agua como si en vez de en Ibiza vivieran en el norte de Europa, deberán detallar qué parte de su consumo corresponde a jardines y a la piscina.

Además, en los establecimientos públicos se deberán instalar «duchas y grifos de detección presencial, así como mecanismos de recuperación de las aguas grises y las de lluvia. Será obligatorio, desde que se apruebe la ordenanza, en las edificaciones nuevas. En las existentes se deberán dar pasos para adaptarse en ese aspecto, sobre todo en los establecimientos públicos que tengan un mayor consumo».

"El Ayuntamiento no es el único que debe involucrarse"

Ferrer subraya que el Consistorio aporta su grano de arena al ahorro, por ejemplo «mejorando la canalización para evitar pérdidas» o perfeccionando el consumo de riego del paseo marítimo: «Antes se hacía a manguera, pero hemos invertido mucho para cambiar la tipología de las plantas, para que haya más autóctonas (las que no necesitan agua están juntas), y para que el riego sea por goteo». Pero la Administración pública, insiste, no es la única que debe involucrarse: «Los que tienen grandes jardines también tienen que hacer un esfuerzo e implementar medidas similares para que el consumo del agua sea razonable».

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