Cultura

Una mirada desde Ibiza al misterio de los mayas

El Centro Cultural de Jesús exhibe desde mañana una copia del ‘Códice de Dresde’, el libro fundamental de la cultura maya y el más antiguo de América Latina, retintado por JSR Tintas

Jaime Silva durante el montaje de la exposición que abre mañana en el Centro Cultural de Jesús. | VICENT MARÍ

Jaime Silva durante el montaje de la exposición que abre mañana en el Centro Cultural de Jesús. | VICENT MARÍ / Fernando de Lama

El ‘Códice de Dresde’, pintado entre los siglos X y XII, es una obra fundamental para conocer la cultura maya. A través de 700 glifos desvela rituales, augurios y predicciones e incluye conocimientos sobre astronomía o matemáticas, además de su calendario. El artesano Jaime Silva ha retintado todo el libro, de papel continuo de 3,5 metros de longitud y muestra el resultado desde mañana en el Centro Cultural de Jesús. 

La pasión, o la obsesión, de Jaime Silva (Maldonado, Uruguay, 1952) por el ‘Códice de Dresde’, el gran libro de los mayas, nació en 1981. Silva, que residía desde 1974 en Ibiza, donde llegó como hippie, estaba de viaje por México cuando encontró una reproducción del libro en un mercadillo en Yucatán. «Empecé a informarme y a dibujar los glifos, y hasta hoy», relata Silva.

Detalles de páginas del ‘Códice de Dresde’ retintado en color. | VICENT MARÍ

Detalles de páginas del ‘Códice de Dresde’ retintado en color. | VICENT MARÍ / Fernando de Lama

Siempre había tenido la idea de retintarlo, pero el libro tiene 78 páginas en 39 hojas por las dos caras y 700 dibujos, así que no encontraba el momento. Y llegó durante la pandemia. El artista y artesano se tiró el encierro pasando a tinta las copias del códice hasta que lo terminó y entonces pensó que estaría bien exponerlo para que otros pudieran disfrutarlo: «Quería exponerlo por el Día del Libro, pero no encontraba un sitio, y salió la oportunidad de mostrarlo en el Centro Cultural de Jesús», dice. La exposición se inaugura mañana a las 18 horas y estará abierta hasta el 16 de octubre.

Una mirada desde Ibiza al misterio de los mayas

Una mirada desde Ibiza al misterio de los mayas / Fernando de Lama

El ‘Códice de Dresde’ es el gran libro de la cultura maya y el más antiguo de América Latina. Fue pintado por Jun B’atz y Jun Chowen en un momento indeterminado entre los siglos X y XII, de manuscritos anteriores desde el siglo V. Se cree que fue enviado a Europa por Hernán Cortés en 1519 como un presente del emperador azteca Moctezuma al rey Carlos I de España, que residía en Alemania, tras la conquista de México y desde el siglo XVIII se exhibe en la Biblioteca Real de Dresde, de la que toma su nombre.

Lugar: Centro Cultural de Jesús.

El Códice de Dresde

Fecha y hora: Inauguración miércoles 3 de octubre a las 18 horas.

Horario: De lunes a viernes de 9.30 a 13.30 y de 16 a 20 horas.

Es el mejor conservado de los tres que existen, ya que a mediados del siglo XVI el fraile español Diego de Landa ordenó quemar el resto. Los otros están en Madrid y París, aunque en peor estado. El libro está escrito en un papel continuo, con una longitud total de 3,56 metros por ambas caras y doblado en forma de acordeón.

El bombardeo de Dresde

El ‘Codex Dresdensis’ también ha sufrido. Durante el bombardeo de Dresde en la Segunda Guerra Mundial la biblioteca se quemó y se vio afectado por el agua de los bomberos al apagar el fuego. Está escrito sobre papel amate aplastado y recubierto de cal y una parte se quedó pegada al cristal que lo protegía.

El códice, que ha resultado fundamental para descifrar parte de los glifos mayas, recoge los principales rituales de esta civilización, augurios y predicciones y conocimientos sobre astronomía o matemáticas. En él figura el calendario maya, con 18 meses de 20 días más los cinco del llamado ‘mes nefasto’, en el que no se hacía nada. También está la famosa predicción incumplida de que el mundo acabaría en 2012 o un estudio sobre Venus comprobado por la NASA el siglo pasado. Pero otras cosas siguen siendo un misterio, ya que de los 350 glifos, los signos dibujados, que contiene, solo se han descifrado 250.

Silva, platero de profesión, no quiere que, como artesano, su nombre figure mucho y ni siquiera aparece en el cartel de la muestra. Solo en la firma del retintado como JSR Tintas. Pero sí que habla del gran trabajo que le ha llevado intentar devolver el códice a su esplendor original y no oculta esa pasión: «Es increíble que pudieran dibujar todo esto con unos palitos».

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