Motos acuáticas y lanchas de empresas usan el canal de salvamento de Platja d’en Bossa

La familia de un menor con discapacidad critica que a mediados de agosto la pérgola para personas con movilidad reducida «sigue hecha un desastre» 

«La silla anfibia casi se ha dado la vuelta por las olas que levantaban unos jugando con las motos de agua», denuncia la madre de un adolescente que va en silla de ruedas tras pasar una muy poco agradable mañana de playa en Platja d’en Bossa. La familia, que suele acudir a esta playa porque es la más cercana a su casa que, supuestamente, cuenta con servicio de baño adaptado, se encontró nada más llegar con una sorpresa: «Han cambiado el canal para las embarcaciones, queda justo frente a la plataforma, lo que complica el acceso al mar, ya de por sí complicado para estas personas».

Además, explica, tuvieron que bordear una neumática que estaba justo delante de la pérgola reservada para personas vulnerables (mayores, movilidad reducida y embarazadas). Por si esto no fuera poco, las olas que levantaba la barca tipo zódiac que entraba y salía por el canal, y los juegos de las motos de agua, complicaban el baño no sólo de quien usaba la silla anfibia, que a punto estaba de volcar, sino también de personas mayores, que eran incapaces de aguantar el equilibrio. «No se entiende que hayan puesto el canal justo aquí delante. Hace dos semanas quedaba frente a la zona de tumbonas de un restaurante, ¿y ahora aquí?», critica la madre del menor, que recuerda que, según todas las guías, esta zona de Platja d’en Bossa, perteneciente al municipio de Sant Josep, «es una de las playas de la isla que se promociona como accesible».

Desde el Ayuntamiento de Sant Josep reconocieron ayer que, efectivamente, se ha movido el canal, pero que se ha hecho para cumplir la normativa. Se trata de un canal tipo 2.72, que es más estrecho de lo normal porque es de uso único y exclusivo para Capitanía y Salvamento Marítimo», detalla un portavoz del Consistorio. Él mismo señala que este canal cuenta con unos diez metros de anchura y que, según la normativa, debe ubicarse en la zona más accesible para los servicios de emergencias y salvamento. Con el cambio, el canal se ubica ahora en línea recta con el aparcamiento de la carretera de Platja d’en Bossa.

La lancha neumática, justo frente a la pérgola.  | MARIA MOLINA

La lancha neumática, justo frente a la pérgola. | MARIA MOLINA / marta torres molina. Ibiza

Tras la llamada de este diario al Ayuntamiento de Sant Josep para preguntar por la denuncia de la familia, el Consistorio envió a tecnicos y celadores de playa a la zona que, efectivamente, comprobaron que varios negocios de la playa estaban haciendo uso de este canal a pesar de estar prohibido. Así, el propio Consistorio tramitó ante Capitanía dos denuncias contra estas empresas. El Ayuntamiento achaca a un «fallo de comunicación» que los socorristas de la torre cercana a este canal y a la pérgola para personas con movilidad reducida no hayan denunciado esta situación que llevaba produciéndose desde el cambio de ubicación del canal.

Este cambio complica el baño de las personas con problemas de movilidad tanto porque deben recorrer más trozo hasta llegar al mar, por el rodeo al que les obliga, como por la falta de visibilidad: «Desde el agua no ves la plataforma, no puedes tener controlada tu silla de ruedas o tus cosas».

Pérgola «hecha un desastre»

Más allá del problema inesperado de las motos de agua, la familia denuncia que «a mitad de agosto» el Ayuntamiento aún no haya adecentado la pérgola, garantizado el baño accesible ni establecido «ningún tipo de control» para asegurar el buen uso que se hace de ella. Este fin de semana se encontraron el suelo completamente cubierto de arena. «Había, incluso, una niña haciendo castillos con su cubo y su pala», afirman. Ademas, relatan, se la encontraron «completamente» ocupada por personas sin ningún problema de movilidad «con pareos desplegados ocupando mucho espacio» y hasta con bicicletas y patinetes ocupando el espacio. De hecho, apenas se dieron el baño y se tuvieron que marchar, ya que no quedaba sitio. «El socorrista pasó varias veces por allí y no le dijo nada a nadie, no les dijo que aquello era para personas con movilidad reducida ni preguntó si alguno de los había necesitábamos algo», señala la madre.

La familia critica que el Ayuntamiento, conociendo cómo está este espacio, ya que otra familia denunció la situación hace unas semanas, no haya hecho nada para «adecentarlo». Ya entonces el Consistorio justificó que el servicio de baño adaptado no se había adjudicado hasta el 2 de agosto. En estos más de diez días que han pasado la plataforma no sólo está peor —«hay tablones levantados»— sino que parte de la pasarela, que ya entonces no llegaba hasta el agua, ha desaparecido. «No es lógico que a mitad de agosto esto esté así. Si no ha comenzado aún a trabajar la empresa a la que se le ha adjudicado el servicio el Ayuntamiento debería encargarse, al menos, de lo básico. De que no esté cubierta de arena y de que se pueda acceder sin desniveles desde la pasarela a la plataforma y de ahí de nuevo a la parela y hasta el mar», continúa la familia.

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