Mercat Nou de Ibiza: langosta y quelitas

Clientes «de toda la vida», de yates y villas de lujo eligen este lugar para hacer la compra debido a la calidad de sus productos

Tanto usuarios como trabajadores hacen hincapié en el servicio personalizado como un motivo más para acudir al mercado

El Mercat Nou es el lugar que eligen para hacer la compra tanto clientes locales (hay quienes acuden desde hace décadas) como chefs de yates o villas de lujo para realizar grandes pedidos. Hay clientela fiel entre los dos tipos de público y tanto usuarios como trabajadores valoran el trato personalizado y la calidad del producto. Tal y como han expresado responsables de negocios de muchas otras partes de la isla en reportajes publicados en este diario a lo largo del verano, en el Mercat Nou también hay quien califica esta temporada como irregular o «extraña», aunque en líneas generales los vendedores se muestran satisfechos.

«Vengo casi cada día, siempre lo he hecho. Pienso que aquí el producto es diferente, más selecto, más de pequeño comercio, que es algo que a mí me gusta, y menos comercial», cuenta Cristina [nombre ficticio] mientras hace cola en uno de los puestecitos este jueves por la mañana. Es vecina de Vila y normalmente en el Mercat Nou compra tanto carne y pescado como verdura, fruta, embutido o legumbres. «Aquí hay de todo, tenemos un mercado fantástico. Es una lástima que, con lo bueno que es, la gente se haya derivado tanto a grandes superficies y no lo aprovechemos más», añade Cristina, que apunta a la falta de plazas de parking para los usuarios. «Yo tengo una tienda en Vila y también sufro mucho la falta de aparcamiento. Hay clientes que me dicen que si dejan de venir es por este motivo. Es un tema muy importante», reitera esta vecina.

Clientela diversa

«La temporada es un poco rara. Hay días que viene mucha gente y días que menos, pero está yendo medianamente bien», expresa Maria Marí, propietaria de Pescados Oliver. Hace 42 años que trabaja aquí y cuenta con «clientes de toda la vida, ibicencos», a lo que en verano se suma el público de temporada: «Hay gente que llega en yates y que también hace muchos años que nos compran a nosotros, clientes que tienen [en Ibiza] casas alquiladas o en propiedad». Este tipo de clientela a Marí le compra sobre todo lubina, dentón, calamares, gambas, cigalas, langostas y marisco en general. Suelen buscar algún pescado que no tenga muchas espinas. «Los chefs nos contactan por WhatsApp o vienen aquí y hacen los pedidos», explica. Marí también detalla que, en general, en verano se vende mucho atún o salmón («comen mucho producto crudo») y bastante marisco. Afortunadamente, en invierno trabajan mucho con la clientela local.

La compra. El Mercat Nou atrae, un verano más, a un sector del turismo de lujo que busca producto local y de calidad. Lubina, calamares, gambas, cigalas, langostas, lenguado, salmón o rodaballo son algunas de las piezas de mar que más éxito tienen. No es difícil encontrar clientes ibicencos que llevan décadas acudiendo a este mercado y hay quien apunta que vale la pena pagar para adquirir un producto más fresco que en los supermercados.

Preguntada por los precios, esta propietaria señala que hay un amplio abanico, dependiendo del tamaño del producto y de dónde sea: «Hay gambas desde 16 euros hasta 135».

Y en el caso de la pescadería Carmen Moya, ¿qué piden los clientes de yates y villas? «Compran a lo grande: pescado caro, marisco… pero tenemos menos de los que teníamos el año pasado», expresa Carmen Moya, propietaria de este negocio, que lleva el mismo nombre. Y añade: «A lo mejor tienes los mismos clientes, porque en realidad son los cocineros quienes vienen a comprar, pero compran menos cantidad. Los extranjeros vienen menos días, o acuden menos personas. Hace 15 días tuve como clientes a 25 personas que estaban en una villa, pero venían por 15 días y se fueron al cabo de una semana».

Dos clientes del Mercat Nou ante un quiosco de pescado y marisco. | TONI ESCOBAR

Pizarra con algunos precios este jueves por la mañana. / TONI ESCOBAR

Como ventas principales de este verano en la pescadería Carmen Moya destacan también el calamar, el lenguado, el salmón o la merluza. «Las villas lo que más se llevan es el rodaballo y la lubina. Esto es lo que más compran, aparte de gambas, cigalas y demás», agrega la vendedora. Carmen Moya coincide en calificar esta temporada como «rara»: «Lo dicen en todas partes, pero es que es verdad. Mira cómo está el mercado. No hay nadie de Ibiza». Además, Marí señala como agravante -en el caso del Mercat Nou- la falta de plazas para estacionar. «Y decían que vendría mucho turismo, pero en realidad, los que vienen… Hay mucha gente, pero hay menos ventas», añade.

«Hay gambas desde 16 euros hasta 135»

Maria Marí

— Pescados Oliver

Alza de precios

De hecho, explica que los cocineros comentan que «está todo muy caro»: «¿Y por qué? Porque todo el mundo quiere ganar mucho y en tres meses no podemos hacer dinero para todo el año», lamenta Moya, que señala que los precios continúan subiendo: «Ahora llevamos un mes en que el pescado bueno, que es lo que se vende, está carísimo. Diría que ha subido un 20%. El poco que hay, como va a subasta…». Además, relata que los precios son muy cambiantes. A modo de ejemplo, cuenta que le trajeron una gamba que ella pudo vender a 100 euros y que esta semana la ha pagado a 110 más IVA, por lo que le sale a unos 130 el kilo. «Va variando según la cantidad que se pesca y la demanda que hay. Sobre todo el precio de la gamba ha subido un montón, también es el caso del lenguado», concluye Carmen Moya.

Por otro lado, Mónica Martínez, que trabaja en Frutas María Cardona, opina que, por el momento, la temporada está siendo positiva: «Hemos tenido bastante trabajo». «Tenemos clientes de todo tipo, es verdad que ahora, en verano, trabajamos con mucho turista. Hay gente local, pero también hay que tener en cuenta que ahora trabajan», añade. Y es que para muchos ir al Mercat Nou es un ritual y requiere su tiempo: los compradores se pasean por distintos locales y pueden acabar tomándose un aperitivo.

Una trabajadora a punto de pesar marisco. | T. ESCOBAR

Dos trabajadores con una pata de jamón en el mercado. / TONI ESCOBAR

Preguntada por las ventajas de comprar en este recinto en vez de en grandes supermercados, Martínez apunta, aparte de a la calidad del producto, a «la proximidad entre vendedor y cliente». «Hace 20 años que estoy aquí y los clientes te cuentan sus problemas, no es sólo pagar y decir ‘hasta luego’».

Preguntada por qué producto tiene más éxito, Martínez responde que no hay uno que eclipse al resto: «Ahora se vende de todo, pero si tuviese que decir algo, serían los productos para hacer zumos: fresas, naranjas, pomelos… Ahora todo lo que sea para hacer zumos fresquitos va muy bien». También confirma que los precios son fluctuantes: «Un día puedo tener un precio y mañana o pasado me vuelve a llegar el mismo producto, de la misma marca y del mismo sitio, pero que ha subido o bajado una barbaridad». En todo caso, recuerda que el encarecimiento de la cesta de la compra es algo generalizado, que también se da en los supermercados.

Domi Pastor, que vive en Sant Joan, es una prueba de que el Mercat Nou es, de facto, un mercado de referencia para gente de toda la isla Este jueves ha venido con su pareja: «Hemos bajado para hacer recados en Vila. Siempre que vengo al centro, desayuno en el mercado y compro las quelitas que hacen aquí». Se acerca al Mercat Nou cada dos semanas, aproximadamente. Pastor cuenta que, cuando vivía en Vila, era cliente diario y que el mercado le ofrece cosas que no encuentra en supermercados. «Hay mucho producto payés y que no tienen las grandes superficies, aunque sean más económicas. Lo que hay aquí es más de la tierra». Compra en el Mercat Nou desde 1987.

También hay quien se acerca «varias veces a la semana», como Carmen [nombre ficticio], vecina de Vila y clienta desde hace muchos años. «Suelo comprar pescado, carne y verduras. Hoy [por ayer], de momento, he comprado carne mezclada de ternera para unos macarrones a la boloñesa».

«Aquí hay mucho producto payés y que no tienen las grandes superficies»

Domi Pastor

— Vecino de Sant Joan

Margarita Riera, propietaria del puesto Frutas y Verduras Riera, cuenta que también trabajan con clientela local y de fuera: «Ahora mucha gente [de Ibiza] está trabajando de temporada y se nota un poco, pero luego vuelven. En invierno trabajamos con clientes de aquí, por eso para ir bien tienes que trabajar con todos». Sobre la temporada, se pronuncia en el mismo sentido que el resto: «No va mal. Podría ir mejor, pero bueno, nos tenemos que conformar».

Para Riera, las ventajas de comprar en el Mercat están claras: «Aquí el material siempre es mucho más fresco y el trato del personal es diferente, porque siempre te aconsejan y puedes hablar con ellos».

Suscríbete para seguir leyendo