«Creíamos que la Consulta Jove se centraría en drogas, pero los adolescentes de Ibiza y Formentera van por salud mental»

«Antes de realizar el estudio creíamos que la mayoría de los adolescentes acudirían a la Consulta Jove por consumo de tóxicos, drogas, o por sexualidad, pero nos sorprendió comprobar que la mayoría van por ansiedad, problemáticas familiares, bullying... cuestiones de salud mental», comenta David Balsa, enfermero especialista en atención familiar y comunitaria y uno de los autores de ‘Consulta Jove: Evaluación participativa del programa de educación para la salud en adolescentes del área de Ibiza y Formentera’, el estudio que presentarán hoy en el Hospital Can Misses. Un informe que han realizado los cuatro sanitarios que formaron la primera promoción de enfermería de esta especialidad del Área de Salud de Ibiza y Formentera: Julia Raya Barrera, Belén Precioso Pérez, Sara Hortigón Soriano y David Balsa Prado, que ejerce de portavoz de todos ellos.

Los cuatro entonces residentes y ahora ya enfermeros y enfermeras de pleno derecho, decidieron realizar el estudio mientras estaban formándose en Ibiza. «Entre 2021 y 2022», indican. «Hacía poco que se había puesto en marcha la Consulta Jove en Ibiza», matiza el sanitario, que detalla que el programa, que tiene como objetivo ofrecer un espacio al que los adolescentes pueden recurrir para dudas o problemas físicos, psíquicos o emocionales, en las Pitiusas lo desarrollan Atención Primaria y el Centre d’Estudi i Prevenció de Conductes Addictives (Cepca). El hecho de que la elaboración del estudio coincidiera con la pandemia tiene mucho que ver con esta gran demanda de temas relacionados con la salud mental que plantean los asolsecentes en la Consulta Jove. «Es una edad en la que se tienen que relacionar con sus iguales y eso se paró en seco», recuerda el enfermero. Así, muchos piden ayuda porque se encuentran tristes, deprimidos. «Los adolescentes son muy vulnerables», indica.

Margen de mejora

«Es una población que no va mucho al médico», explica el enfermero, que señala que para el estudio entrevistaron tanto a los enfermeros y enfermeras que se ocupan de estas consultas como a los orientadores de los centros que están suscritos al programa. «Son casi todos, pero aún faltan algunos. Hay margen de mejora», afirma.

Y es que uno de los objetivos del estudio era, precisamente, descubrir cómo el programa, que se puso en marcha en las Pitiusas en 2019, se puede mejorar. «En general los profesionales están bastante satisfechos, aunque consideran que el programa debería promocionarse más», apunta Balsa Prado. La mayoría considera que estaría bien contar con un espacio propio para la consulta y que facilitara que los adolescentes se abran y cuenten qué les pasa. «Una nos explica que pasa la consulta en el laboratorio, que está bien, pero quizás no es lo mejor», indica el enfermero. Otros de los profesionales que gestionan la Consulta Jove reclaman disponer de más tiempo, más horas o acudir más días a la semana, dada la demanda. También, al constatar que la mayoría de los motivos por los que los estudiantes piden ayuda están relacionados con el sufrimiento psicológico, casi todos destacan la necesidad de coordinarse con los servicios sanitarios de salud mental.

«También opinan que deberían contar con una formación previa. La mayoría lo han hecho de forma autodidacta», continúa Balsa Prado, que está convencido de que los responsables de la sanidad pública de las islas tomarán nota de las consideraciones y propuestas que hacen los profesionales en el estudio para mejorar este programa.

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