La falta de personal sigue provocando tremendos dolores de cabeza a los responsables de la oficina en Ibiza de la Dirección General de Tráfico (DGT). La baja de dos trabajadores esta semana les ha obligado, por ahora, a cerrar la atención al público todos los martes. Y esta es la primera medida, porque al parecer no se descartan otras más drásticas.
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Según fuentes cercanas a esta oficina, la plantilla está compuesta por la jefa y cinco trabajadores más. Hace una semana se dio de baja una de las empleadas, precisamente la que atendía al público. Y esta semana han caído otros dos, entre ellos uno de los examinadores.
Multitud de trámites sin atender
No atender al público implica dejar de tramitar el pago de multas, la copia de documentos, como el mismo carné, o los trámites por la compra o la venta de vehículos, entre otras muchas cuestiones.
Otro de los problemas más graves a los que se enfrenta la DGT en Ibiza y Formentera está relacionado con la asistencia que prestan a las autoescuelas. Sin este examinador, no se pueden grabar las reservas que hacen estas empresas con una semana vista para los exámanes. Esto es, no se pueden programar, por lo que quedarían suspendidos.