El Consell de Ibiza sabe que hay trabajadores no cualificados en Sa Residència

La institución aprueba que las familias formen parte de la mesa de seguimiento del centro asistencial

Familiares de Sa Residencia ayer en el pleno del Consell. | I.V.

Familiares de Sa Residencia ayer en el pleno del Consell. | I.V. / isaac vaquer. eivissa

Isaac Vaquer

Isaac Vaquer

«Aquí se valora al ciudadano en función de los años de vida que le quedan». Dulce Fernández, familiar de una persona interna en Sa Residència Colisée, se mostraba indignada a la salida del pleno del Consell tras escuchar que la institución había resuelto en un fin de semana la falta de personal en la escoleta de Cas Serres: «Nuestro mayores son menos porque les queda menos tiempo de vida», lamenta.

Unos minutos antes, la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, había dado explicaciones ante el pleno sobre la situación en la que está el expediente de esta residencia. Los familiares asistentes negaban con la cabeza de vez en cuando, sobre todo cuando la consellera hablaba de la iniciativa de la institución.

«Lo más preocupante es que los estándares de cualificación profesional no se cumplen y por tanto las ratios tampoco», indicó Escandell. Es decir, hay personal ocupando plazas para las que no tiene título. Una situación que se verificó esta semana en la segunda inspección para comprobar qué se había subsanado y qué no.

Según las familias al menos la mitad de la plantilla de enfermería no tendría título. «El personal más importante, el motivo por el que nuestros padres están allí, que es disponer de personal de atención médica, no está cualificado». dijo Fernández expresando su preocupación y la del resto de familias.

La consellera indicó que se ha requerido a la residencia que presente todas las cualificaciones que faltan del personal e incluso de la dirección del centro.

Un proceso farragoso

La consellera quiso hacer en su exposición un recorrido histórico por esta situación. Explicó que la institución conoció el problema a mediados de diciembre y el día 19 de ese mes se reunió con las familias a las que instó a hacer un escrito por registro de entrada con todos los aspectos que se debían inspeccionar. «Ese escrito llegó el 11 de enero y el 13 hicimos las inspección», afirmó la consellera. Una inspección «extraordinaria» en la que se hizo una revisión exhaustiva de todo aquello que hicieron notar las familias.

En ese momento «se hicieron requerimientos a la administración de Sa Residència», explicó Escandell. Pero las familias dicen que todo sigue igual, que en un primer momento pareció que había movimiento, pero que ahora «ha desaparecido buena parte del personal de refuerzo» y que siguen yendo continuamente al centro para verificar la correcta atención a sus familiares.

Escandell recordó que el Consell tiene «la facultad inspectora, sancionadora y, si corresponde, la suspensión o retirada de la autorización de actividad» para dejar patente que no gestiona de forma directa la residencia. Señaló que estos procesos tienen unos requisitos legales para garantizar su eficacia y que se generen nuevas problemas.

Al tiempo reconoció que estos plazos administrativos «son frustrantes», dado que lo que se busca es que las personas tengan una atención de calidad y se garantice la efectividad del proceso.

Al tiempo indicó que se mantienen reuniones regulares con la dirección de la residencia y el Govern. Aseguró que el Consell tomará «las medidas contundentes que se tengan que tomar», incluida la suspensión de actividad o incluso la retirada de la autorización. Apuntó que quizás se podría haber suspendido la actividad de la residencia cuando se verificó la situación, pero matizó que esa hubiera sido una medida «muy contundente» que hubiera dejado a los 105 usuarios de la residencia sin asistencia. Aseguró que la voluntad de las familias es también que se resuelva el problema.

El conseller del PSOE, Victor Torres, criticó la tardanza a pesar de las palabras de la consellera. «Urgencia no es tardar cuatro meses en actuar» al tiempo que le echaba en cara al equipo de gobierno que hubiera presentado una moción para exigir una mejora de la sanidad en Ibiza a la que los socialistas votaron a favor «y en cambio a estos mayores se les puede tratar como a personas de tercera».

Mesa de seguimiento

El pleno del Consell aprobó a propuesta de Unidas Podemos que las familias formen parte de la Mesa de seguimiento de la situación en Sa Residència Colisée.

Las familzas celebraron una decisión que consideraron que llega tarde. «Ya iba siendo hora, hace mucho tiempo que se debería haber tomado esta decisión porque todas las iniciativas que han puesto en marcha han partido de las familias», indicó Dulce Fernández.

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