Un día para pedalear a pleno sol en Ibiza

Más de 800 ciclistas de todas las edades participan en el Día del Pedal, una auténtica fiesta de la bicicleta, en una jornada divertida con actividades, recorridos adaptados y premios que trata de fomentar el uso de este medio de transporte

Marisol Plaza Sánchez

Marisol Plaza Sánchez

Son las once de la mañana y hace un día soleado que invita sin lugar a dudas a recorrer Vila en bicicleta. Padres, madres, jóvenes y niños esperan con ilusión la señal de salida para iniciar el recorrido urbano de 13 o de 6 kilómetros en bicicleta en el Día del Pedal. El objetivo de esta jornada es «promover el uso de la bicicleta en la ciudad y disfrutar de un día en familia haciendo deporte», explica Lluís Lliteras, coordinador del encuentro que organiza el Ayuntamiento de Ibiza.

«Hago esta carrera todos los años desde que soy pequeña y para mí es un día muy especial porque me permite compartir un rato en bicicleta con mi familia», cuenta Cristina, una ibicenca que espera junto a su marido, Daniel, y su dos hijos para hacer el recorrido de 13 kilómetros. Esta carrera fue la primera que se disputó en la jornada de ayer y en ella participaron 455 personas. Los participantes salieron desde la Plaza de Antoni Albert i Nieto de Vila a las once de la mañana e hicieron un recorrido que iba hasta la rotonda del paseo Joan Carles I y hasta el barrio de es Viver.

Parón por la pandemia

A las 9.20 horas ya hay actividad en la Plaza de Antoni Albert i Nieto. A lo largo de la mañana se concentrarían 808 personas de entre 1 y 79 años. La última edición que se celebró fue la de 2019, ya que después la cita se interrumpió por la pandemia, y ese año las inscripciones llegaron a más de mil personas, por lo que este año la participación ha sido menor. «Después de estos años sin poder celebrar este día creo que hemos pillado a la gente un poco despistada», detalla el organizador.

El objetivo de esta iniciativa es «fomentar el uso de la bicicleta y los hábitos saludables, además de introducir a los más pequeños en el cicloturismo y animar a descubrir la ciudad desde las dos ruedas», según explica Lluis Lliteras. «En realidad este día es la fiesta de la bicicleta de la ciudad, y la hacemos una vez al año para intentar también que las administraciones tengan cada vez más iniciativas para promover el uso de la bicicleta y que la ciudad se vaya pacificando desde el punto de vista de la contaminación acústica y se reduzcan las emisiones de CO2», puntualiza el organizador. Además, bromea con que, a las personas que van en bicicleta, «habría que hacerles un monumento porque contribuyen a que la ciudad sea más agradable».

María es una pequeña de diez años que participa en la carrera urbana infantil de seis kilómetros por primera vez. Este circuito, que está pensado para los pequeños de entre ocho y once años de edad, transcurre desde Sant Cristòfol hasta el paseo marítimo y vuelta al bulevar Abel Matutes. María va acompañada por Laura, su madre, y ambas están muy contentas de «poder disfrutar de un día soleado» mientras pedalean.

Noche en vela

También está feliz Adrián, un pequeño de diez años que se ha tomado el Día del Pedal muy en serio y quiere llegar el primero. «Casi no duerme esta noche», bromea su padre. En este recorrido se inscribieron un total de 308 niños.

A las 11.30 horas llega el turno de los más pequeños, que se enfrentan una ruta de 800 metros alrededor de la plaza donde transcurren las actividades con sus triciclos y bicicletas con ruedines. Los pequeños van acompañados de sus padres. «Voy a correr los 800 metros junto a mi hija, aunque en realidad llevo sin parar toda la mañana a su lado», bromea Jessica, que ya ha hecho esta carrera en años anteriores.

José lleva a sus dos hijos, Marta y Joan, a la carrera por primera vez. «Me gustaría que poco a poco se vayan introduciendo en el mundo deportivo porque yo soy un apasionado de la bicicleta y me parece muy buena forma de darles pie a que se enganchen», indica el padre. En esta categoría participaron 45 pequeños.

La jornada continuó con un circuito de educación vial para los más jóvenes y con varios sorteos en los que se regalaban bicicletas y otros premios. Los recorridos estaban regulados por la Policía Local y por Protección Civil. Además, también colaboraba la Asociación de Voluntarios. «Llevamos ocho años participando en la organización de este día. Tenemos un total de 25 voluntarios repartidos por todo el recorrido para que la carrera transcurra lo mejor posible», cuenta Joan Sillero, presidente de la asociación de voluntarios. «Hacemos una reunión previa con el Patronato de Deportes, que nos cuenta dónde nos tenemos que ubicar y después nos organizamos entre nosotros para situarnos entre es Viver y es Botafoc», puntualiza. Asegura que conseguir voluntarios no es fácil. «Para reunir a estas 25 personas tenemos que contactar previamente con 50, pero al final todo se organiza de maravilla y pasamos un día estupendo que además contribuye al uso de la bicicleta», destaca Sillero.

Cristina es una joven que participa por primera vez como voluntaria en esta actividad. Le gusta mucho el deporte, especialmente el de las dos ruedas, y le hacía ilusión poder aportar su esfuerzo en una actividad «tan bonita» como esta «En otro momento me animaré a participar como corredora, pero en esta ocasión hacía falta mi ayuda como voluntaria y también quería colaborar», concluye satisfecha.

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