Las nuevas viviendas que realojarán a los vecinos de los Apartamentos Don Pepe se construirán en la avenida de Sant Jordi, en un terreno de 8.400 metros cuadrados colindante a la urbanización de Can Raspalls y en el límite del término municipal de Sant Josep con Vila. Así lo anunció ayer el alcalde, Ángel Luis Guerrero, tras finalizar la reunión de la comisión de seguimiento creada para dar una solución a los vecinos de los dos bloques de es Codolar, tras el desalojo de uno de ellos por los problemas estructurales detectados por el Ayuntamiento.
La representante de la comunidad de propietarios, Silvia Hernández, mostró su satisfacción por este acuerdo. «Los vecinos estamos muy satisfechos porque, con este paso, ya se empieza a ver una solución tangible y podemos seguir viendo una luz al final del túnel», destacó.
Para construir las nuevas casas, el terreno de la avenida de Sant Jordi, ahora calificado como rústico común en zona de transición urbana, se recalificará como Suelo urbanizable directamente ordenado (SUDO). Este trámite, que deberá acometer el Consell de Ibiza, afectará a una propiedad de unos 16.000 metros cuadrados.
El Ayuntamiento recibirá unos 10.000 metros cuadrados, de los que 8.400 se destinarán a construir el centenar de viviendas que ofrecen en permuta por las de es Codalar, en el Parque Natural de ses Salines, que serán demolidas. El resto del terreno que recibirá el Consistorio josepí, sin coste alguno, se destinará a las calles y espacios públicos del nuevo suelo urbanizado. Por su parte, el propietario tendrá como beneficio un considerable aumento de la valoración de la finca al recibir los 5.150 metros cuadrados de suelo urbano junto a Platja d’en Bossa.
Tramitación burocrática
Tanto Guerrero como el conseller de Vivienda del Govern y presidente de la comisión de seguimiento, Josep Marí Ribas, Agustinet, incidieron en que, con esta fórmula, no se creará una nueva zona urbana. De hecho, los terrenos están pegados a los últimos edificios de la calle Caldetes, donde ya pasa a denominarse avenida de Sant Jordi. Al otro lado de la vía se encuentra el término municipal de Vila, también en un tramo urbanizado.
Para recalificar estos terrenos, Sant Josep ya había acordado con el Consell la suspensión de su planeamiento urbanístico y la aprobación de unas Normas Subsidirias. No obstante, toda la tramitación burocrática final podrá tardar hasta nueve meses, porque, primero, el Consell deberá recibir unos informes de la Agencia de Seguridad Aérea y de la Demarcación de Costas.
De momento, el Govern balear, podrá «empezar a trabajar lo más pronto posible con el diseño del nuevo edificio o edificios en un anteproyecto», según destacó Marí Ribas.
Sant Josep podrá quedarse pisos si alguno se rechaza
A la espera del proyecto que redacte el Govern, su acuerdo con el Consell y el Ayuntamiento de Sant Josep solo contempla la construcción de un centenar de casas, igual que en los Don Pepe. No obstante, la consellera de Presidencia, Mercedes Garrido, anunció que cuando se presente el convenio definitivo a cada uno de los propietarios, estos tendrán la posibilidad de descartar la permuta. En este último caso, Sant Josep tiene la intención de quedarse con algún piso vacante. «El Ayuntamiento no tiene ninguna vivienda de propiedad pública», lamentó el alcalde.