El consumo de hachís y marihuana entre los adolescentes de Ibiza se ha reducido significativamente en los últimos cuatro años, con un caída del 8%. Igualmente, baja el tabaquismo en este perfil de la población, también en un 8%, así como la ingesta de alcohol, que disminuye un 4%. No obstante, el 10,8% de los adolescentes ibicencos se emborracha cada fin de semana, si bien el porcentaje era aún más elevado en 2018, cuando el 12% de ellos admitía que abusaba de la bebida semanalmente.
Esta tendencia a la baja en el consumo de estas sustancias queda constatada en el último estudio sobre los adolescentes elaborado por el Centro de Estudios y Prevención de Conductas Adictivas (Cepca), dependiente del Consell de Ibiza. Este trabajo, que se realiza cada cuatro años, se ha llevado acabo con encuestas a los estudiantes de entre 12 y 18 años de Ibiza, incluyendo centros de toda la oferta educativa para esta franja de edad y de todos los municipios. En total, han participado 2.634 jóvenes, que representan al 31,9% del alumnado de esta franja de edad.
La curiosidad sigue siendo el factor principal que aducen estos menores para iniciarse en el consumo de sustancias prohibidas
La curiosidad sigue siendo, por amplísima mayoría, el factor principal que aducen estos menores para iniciarse en el consumo de las sustancias prohibidas para su edad. Aun así, el 76,7% de ellos asegura que jamás ha fumado un porro, frente al 68,2% de 2018, mientras que un 2,8% fuma cada día (4,3% en 2018). Este cambio de tendencia se confirma con el hecho de que, actualmente, hay un 3% más de jóvenes, respecto a 2018, que perciben el cannabis como una sustancia peligrosa.
Inicio en el consumo
También se reduce el porcentaje que solamente ha probado el cannabis (12,8%) o que solo consume ocasionalmente (5,9%). La edad de iniciación en los porros es de 14,4 años, mientras que el alcohol se prueba de media a los 13,5, mientras que la primera borrachera llega a los 14,6 años.
El 37% de los menores de 18 años no ha probado el alcohol, frente al 33,2% de 2018, mientras que el 10,8% afirma emborracharse todos los fines de semana y un 6,8% participa semanalmente en botellones, aunque la mitad de los adolescentes ha acudido a ellos en alguna ocasión.
Respecto al tabaco, la media en la edad de inicio es de 13,7 años y un 4,6% de los alumnos fuma a diario, frente al 6,5% de 2018. En cambio, el 67,5% no ha probado un cigarrillo, un dato que mejora considerablemente el obtenido hace cuatro años (59,9%).
La encuesta confirma que, en estos casos, los jóvenes son mucho más proclives a probar todas estas sustancias si sus padres también son consumidores.
