El CEO de Ibiza Sostenible, Óscar Caro, tiene claro que lo primero que se mira siempre es el beneficio que tiene una actividad para el empresario, mientras que todo lo demás pasa a un segundo plano. La sostenibilidad también. «Hay que empezar a poner en valor todo: qué personal tenemos trabajando en la isla, qué proveedores, etc, antes de hablar de que somos una isla sostenible», dijo.
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Lo hizo durante el congreso de viviendas vacacionales que cerró ayer su octava edición y en el que puso un ejemplo claro: «El otro día hablé con una pareja que cobraba seis euros la hora por limpiar casas turísticas. ¿Esto es sostenible en Ibiza?», criticó.
En este sentido, incidió en que al igual que la sostenibilidad ambiental es importante, también lo es la sostenibilidad social. «Puedes ayudar a otras personas a mejorar su calidad de vida y, con ello, mejoras la calidad de vida del propio destino», añadió, refiriéndose a Ibiza. Pero esto dista mucha de la realidad actual. «Hace poco le pedí a la propietaria de cuatro viviendas turísticas que nos alquilara una para poder traer talento a Ibiza y llevar a cabo programas de restauración de posidonia y coral, pero me dijo que ella ganaba 80.000 euros por la casa y que no le compensaba. Prima el beneficio propio frente al de la isla», lamentó Caro.
Paralelamente, recordó que solo durante el 2021 aumentó «más de un 200%» la búsqueda de destinos sostenibles en toda España. Por ello, señaló que «en vez de preguntarnos por qué hay que adoptar ciertas medidas, hay que preguntarse para qué lo hacemos».