Quien se acercara este sábado hasta Can Curreu pensaría que el hotel rural había sido alquilado para rodar escenas de una nueva temporada de la serie 'Vikingos'. Decenas de personas vestidas como fieros guerreros escandinavos llenaban las salas y terrazas, bebiendo de cuernos y bailando danzas ancestrales, sí, pero no se trataba de actores ni de extras de ninguna ficción televisiva. Era la boda de dos ibicencos, Rosalía y Wenceslao, que cumplían por fin su sueño de casarse y de hacerlo a la manera de los míticos navegantes nórdicos.

Ambos, residentes en Puig d'en Valls, son fanáticos de la cultura vikinga y han contagiado a sus familiares y amigos su pasión. El ritual vikingo marcó el enlace nupcial, oficiado por el polifacético artista y abogado Chris Martos, amigo de la pareja. Un momento muy emotivo para todos al que siguió una gran fiesta vikinga con un festín, eso sí, con delicias gastronómicas del gusto de los refinados paladares actuales.

Rosalía Cardell, la flamante novia de esta singular boda, ha explicado hoy que vivió la boda de sus sueños. “Ha sido fantástica y súper divertida”. La luna de miel la dejan para el año que viene, pero Rosalía y Wenceslao tienen muy claro su destino: “Los países escandinavos”.