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Alfonso Rojo Presidente de PIME Balears
Alfonso Rojo Presidente de PIME Balears

Empresas de Ibiza: «La temporada va muy bien, pero el otoño se presenta incierto para las pymes»

Alfonso Rojo, que preside la Pimeef desde hace siete años, es desde el pasado martes el nuevo presidente de Pime Balears. El propietario de Frutas La Palentina avanza que la situación de las pymes en otoño empeorará debido a los pagos que deben afrontar por los préstamos y ayudas durante el covid

Alfonso Rojo, nombrado presidente de Pime Balears, en su empresa, Frutas La Palentina. J. A. RIERA

El presidente de la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (Pimeef), Alfonso Rojo, propietario de Frutas La Palentina, ha sido nombrado nuevo presidente de Pime Balears en sustitución de Jordi Mora.

PREGUNTA: ¿Cómo se siente al haber sido elegido presidente de la Pime Balears?

RESPUESTA: Muy contento y, sobre todo, con mucha responsabilidad. Si ya es una responsabilidad representar a tus compañeros empresarios de las Pitiusas, en este caso, representar a todos los de Balears, significa más ilusión y compromiso. El cargo de presidente y de gestión es rotatorio cada dos años. No es una elección al uso, es un cargo que sabes que te va a caer. Es una presidencia en la que el resto de los compañeros y federaciones también aportan y trabajan porque pasan a ser vicepresidentes. De este modo, no hay una desconexión total y no hay que volver a programarlo todo porque lo que se viene haciendo prácticamente está ya todo consensuado, todas las decisiones se han de tomar por mayoría por lo que estamos obligados al consenso.

P: ¿Qué supone este cambio para usted?

R: No va a haber un cambio importante en la gestión porque ya estamos participando en ella. Sí que es verdad que venimos de dos años, en los que ha tenido la presidencia Mallorca, complicadísimos, en los que hemos tenido que dedicarnos prácticamente en exclusiva a pelear contra las adversidades, a ver si podíamos abrir o no, contra la pandemia… Y ahora quizás lo que nos toca es una visión más de futuro por la llegada de muchas inversiones de los fondos Next Generation. Nuestro objetivo es que las pymes no nos quedemos fuera del trampolín que tienen que ser esos fondos, que han de servir para modernizarnos y para profesionalizarnos más. Lo que nosotros tenemos que hacer, como federaciones y como dirigentes, es que las pymes, que tenemos menos infraestructuras que una gran empresa, estemos en el puente de mano y no vayamos a la cola, que no lleguen proyectos que solo desarrollen las grandes compañías. Nuestro trabajo es que cualquier empresario pueda acceder a ese futuro de modernización, no solamente a los fondos. Que el empresario sea consciente de que esa es la salida: un salto hacia adelante, no nos podemos quedar retrasados porque perderíamos el tren de muchas cosas.

P: ¿Cómo han ido estos dos años de postpandemia? ¿Y junio y julio de esta temporada?

R: Esta temporada, incluso la pasada, cuando empezamos a sacar la cabeza del agua, ha ido bastante bien como se preveía a final de la temporada pasada, en la que ya preveíamos un escenario positivo porque no había todavía la sexta ola de coronavirus. Luego tuvimos ese rebrote en el mes de noviembre que nos puso en alerta, pero ya sabíamos cómo trabajar con ello y teníamos unas buenas expectativas, que temblaron con el mazazo de la guerra en Ucrania. Afortunadamente, no ha habido un excesivo retraimiento en el turismo, ya que la gente quiere y necesita viajar. Pero estamos pagando un precio muy alto, como toda la sociedad, hay muchos costes disparados y eso es un problema importante a corto y medio plazo.

P: ¿De qué manera afecta la inflación a las pequeñas empresas?

R: Estamos teniendo una buena temporada turística, pero el problema de los costes está siendo brutal. Nadie ni ninguna compañía que haga sus previsiones de cómo va a ir la temporada ha podido calcular los costes que ha tenido a partir de primavera. Ya estábamos teniendo unos costes de energía altos en invierno, pero luego el tsunami del aumento de precios en todas las materias primas ha sido totalmente desproporcionado. Ahora estamos sobreviviendo a eso, pero realmente el problema vendrá cuando se vaya la ola y quede el barro. Ahora mismo estamos en la ola y con el cuello fuera, estamos con el salvavidas, flotando y navegando bien, pero el problema es cuando la ola se vaya, todo lo que quedará. Las pequeñas empresas están trabajando bastante bien, pero cuando echen números a final de temporada, se van a dar cuenta de que sus costes han estado totalmente desproporcionados: los de la energía eléctrica, la gasolina, el aumento del IPC, el coste del personal, las materias primas… Todo eso prácticamente no se está pudiendo transmitir en su totalidad al precio final del servicio que tú ofreces.

P: Y luego están los préstamos que tuvieron que pedir durante la pandemia...

R: Sí, mucha gente tendrá que pagar las ayudas y los préstamos que pidió en su momento con el covid y que han sido la tabla de salvación para muchos. Cuando la rentabilidad no haya sido la que esperábamos y llegue el gasto extra de pagar lo que se debe, vamos a tener un otoño y un invierno de gran incertidumbre.

P: Entonces, la temporada no va tan bien…

R: Al contrario, la temporada está yendo muy bien, el problema es que no sabemos la rentabilidad que va a tener. Esto no es de ahora, el año pasado ya había estos aumentos de materias primas y empezó el incremento de los costes energéticos. Todos los que trabajamos de cara al turismo no trasladamos esas subidas a nuestro precio final del producto, porque no podíamos por la situación de la que veníamos y lo que queríamos era trabajar. Teníamos ese dinero que habíamos conseguido de las ayudas, pero cuando en vez de bajar, los costes han aumentado, las empresas hemos tenido que repercutir ese incremento a nuestro producto final. La situación en otoño va a ser complicada, no queremos asustar a nadie, pero es una realidad que no podemos obviar.

P: ¿Se podría evitar esa situación?

R: Estamos hablando de que Europa y el mundo van a entrar en recesión. Evidentemente, nosotros somos un actor más de este drama en el que no tenemos capacidad de gestión. Los clientes de cualquier pyme son los vecinos, es la sociedad, y si esta tiene problemas porque los sueldos no han aumentado al ritmo que lo han hecho los precios, si va a haber un empobrecimiento de la población, va a haber un menor consumo. No hay una receta mágica, la receta es la contención del gasto, pero la actividad hay que hacerla.

P: ¿Qué diferencias existen entre las pymes de las Pitiusas y las de Mallorca y Menorca?

R: Todas las islas somos muy diversas, aunque es verdad que el ADN del empresario, como la propia forma de actuar de las pymes, es muy parecida. Los empresarios buscamos las soluciones a los problemas que se adapten mejor a todos. Prácticamente cualquiera de las soluciones que adoptemos para una de las islas es extrapolable al resto de los compañeros, aunque la forma de llevarla a cabo sea diferente. Tenemos la suerte de que con los compañeros de Formentera, Mallorca y Menorca tenemos una afinidad total y, sobre todo, tenemos una visión clara de que juntos somos muchísimo más fuertes. Eso nos hace olvidar nuestras diferencias, que suelen ser mínimas. Lo que queremos obtener son resultados y normalmente, si nos lo proponemos, los conseguimos. Nosotros ya trabajamos juntos, no es que yo ahora les vaya a presidir y a dirigir. Simplemente, ahora tengo la responsabilidad, tanto institucional como ejecutiva, de encargarme más de primera mano de toda la gestión, aunque todo el comité ejecutivo de Pimeef se implica en la gestión de Pime Balears.

P: ¿Tiene algún objetivo a corto plazo en mente?

R: Tenemos un panorama tan complicado en otoño que estamos esperando a llegar ahí para ver cómo estamos y cómo salimos de eso. Los grandes objetivos son la llegada de los fondos Next Generation y participar no solo en el diseño de las necesidades que tenemos, sino en su ejecución. Para nosotros es muy importante la formación profesional de nuestra gente porque en Balears necesitamos mucha mano de obra y cada vez más está siendo una necesidad que esa mano de obra sea local. Si tenemos un problema con la vivienda, lo que tenemos que hacer es buscar a alguien que tenga residencia, y esas personas son los locales. Poder ofrecer aquí un trabajo digno y de calidad, que no se tenga que emigrar para conseguirlo. Un hito muy importante para nosotros es la Escuela de Hostelería que se está construyendo en sa Coma o la Escuela de la Fundación Laboral de la Construcción. Además de toda la formación que se está haciendo desde la sede de la UIB de Ibiza, porque para nosotros es vital e imprescindible que nuestros chicos puedan estudiar aquí porque trabajo van a tener. No podemos escatimar en el sueldo de alguien que se está formando para ser la imagen de nuestra empresa.

P: ¿Cómo definiría el trabajo de calidad?

R: Tiene que ser el que te permite progresar, formarte en la propia empresa y sobrevivir o subsistir. En Ibiza tenemos el problema gravísimo de la vivienda, y en la isla, con el sueldo base, alguien que tenga que alquilar un piso no vive. Ese personal es el que tiene que ser la base de nuestra empresa y nos tenemos que implicar para que los empleados estén a gusto y estén bien. Aunque la empresa no puede pagar el doble de lo que está pagando al personal simplemente porque no sería viable la actividad empresarial. Lo que tenemos que lograr es que los jóvenes se puedan independizar, que puedan alquilar un piso en la isla para estar fuera de casa de sus padres y poder formarse y trabajar aquí.

P: ¿Cuál es la situación de las pequeñas de la isla?

R: Pimeef somos 50 asociaciones muy diversas. Entonces, cuando hacemos una foto de la isla la hacemos muy general, no de los sectores en concreto. La salud de las empresas en las Pitiusas ahora mismo es buena. Durante la pandemia hubo una criba importante, sobre todo, de las empresas de muy reciente creación, las antiguas que ya tenían problemas económicos, aquellas en que el recambio generacional no se estaba dando, autónomos... son algunas de las que desafortunadamente no sobrevivieron. En cambio, la salud de las empresas que han aguantado y han quedado es entre buena y notable. La mayoría han accedido a un crédito ISBA y han obtenido ayudas del Govern y del Estado. Si no hubiera sido por la financiación, muchas habrían tenido problemas. Nosotros siempre decimos que, tristemente, las pymes cuando caen, lo que hacen es dejar un reguero de deudas a otras pymes, es el efecto dominó.

P: ¿Qué sectores están mejor o peor?

R: En Ibiza el 95% de las empresas viven del turismo. En Pimeef tenemos la gran ventaja de tener un termómetro con la construcción en invierno muy importante. Cuando la construcción tiene inviernos muy potentes quiere decir que la temporada ha sido buena y el empresario se anima a invertir y que la previsión de cara a la temporada es buena. Depende de cómo le va a un sector, se va viendo cómo van los otros. Al sector del comercio es al que más le cuesta arrancar y una de las razones es por la competencia de la venta online.

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