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Ola de calor en Ibiza: Los juzgados del Cetis en Vila siguen sin aire acondicionado

Los trabajadores y el sindicato CSIF critican la falta de refrigeración en esta parte del edificio

Vista de la entrada de los juzgados en el edificio Cetis. Irene Vilà

Durante el mes de julio, Ibiza ha sufrido unas semanas con altas temperaturas debido a la ola de calor. A pesar del extremo bochorno de estos días, algunos empleados del edificio Cetis no cuentan con aire acondicionado en sus puestos de trabajo, concretamente en la torre 6, donde se ubican los juzgados. Esto se debe a que solo uno de los dos motores del aparato está en funcionamiento, ya que el otro está estropeado desde hace tiempo.

«Este es un problema que tenemos habitualmente todos los años. Siempre se estropea algo, es un problema de los edificios», recalca el delegado sindical del sector de Justicia y responsable de la CSIF en las Pitiusas, Sabino Aramburu. «Con estas condiciones, desde luego, no es sano trabajar y no son los servicios idóneos para el usuario», afirma, ya que por el Cetis «al cabo del día pasan más de cien personas y algunos tendrán circunstancias físicas que les hagan más sensible al calor».

Una de estas personas es Pedro Juan Trebuchet, abogado colegiado en Barcelona, que mientras sale del edificio señala su vestimenta: camiseta y pantalones cortos. «Mira cómo voy vestido. Si voy con pantalón largo, camisa y corbata no aguanto. Si yo me quejo por veinte minutos de estancia en los juzgados, no me quiero ni imaginar los que están seis horas» dentro.

«Este edificio carece de instalaciones básicas y esenciales para los trabajadores y funcionarios de la administración de Justicia. Me parecen totalmente inadecuadas», asegura Trebuchet, que además de la falta de aire acondicionado, critica, entre otros asuntos, la carencia de impresoras, así como que «los micrófonos de la sala de vistas no funcionan, los ordenadores, una vez de cada dos, presentas por Excel algún escrito y no lo reciben...», enumera.

La gerencia territorial del Ministerio de Justicia en Balears está al tanto de la situación y, según Aramburu, «intenta optimizarla». La solución que ofrece Justicia, explica el representante sindical, es «desviar la fuerza del sistema de aire acondicionado en las zonas donde hay menos gente y mejorarlo donde hay más personas». El sindicalista considera que «la idea es cambiar un par de piezas del motor viejo para conseguir que este funcione un 30%». De esta manera, «tendríamos un motor que funciona y otro que trabaja al 30%», indica.

El objetivo es «intentar optimizar la poca fuerza que generen estos dos motores e intentar aguantar con eso hasta que se cambie el motor que no funciona», asevera Aramburu, que prevé que no se comprará un motor nuevo a corto plazo por su alto precio, ya que oscila entre los 30.000 y los 40.000 euros.

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