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Nits de Tanit

Una dosis de Veneno del bueno en Ibiza

Medio millar de personas acuden al primer concierto de Nits de Tanit, protagonizado por el artista catalán y la Banda del Retumbe

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Las imágenes del concierto de Kiko Veneno en el festival Nits de Tanit de Ibiza

En Ibiza había ‘hambre’ de Kiko Veneno, haciendo alusión al título de su último trabajo. Quedó demostrado anoche, en la jornada inaugural de la octava edición del festival Nits de Tanit. Se agotaron todas las entradas, 500, para ver en acción al ‘andaluz’ de Figueres, que llevaba seis años sin subirse a un escenario de la isla. El artista y su grupo, la Banda del Retumbe, no defraudaron a un público entregado que escuchó con atención y regocijo contenido los temas más nuevos y se despendoló con los grandes clásicos.

El viaje musical duró dos horas, que se hicieron cortas para los seguidores más incondicionales. En esos 120 minutos el músico demostró que, a sus 70 años, todavía es capaz de reinventarse musicalmente y que su voz rajada sigue transmitiendo frescura y vertiendo alegría con unas gotitas de reflexión.

Como Veneno había prometido, el concierto fue un repaso a toda su trayectoria, eso sí, apostando sobre seguro por discos como ‘Échate un cantecito’. Con uno de los temas más señeros de ese álbum, ‘Lobo López’, Veneno entró en faena, después de saludar al público con un escueto «bona nit». Su aullido final se solapó con el grito «¡Kiko, te queremos!» de un par de fans sentadas en las primeras filas.

El músico catalán siguió calentando motores con otro de sus grandes éxitos, ‘Memphis blues’, para luego dar un giro de timón y empezar a desgranar el primero de los tres temas que interpretó de su nuevo trabajo, ‘Hambre’. La oscura y melancólica melodía de ‘Días raros’ transportó a los presentes a los meses de confinamiento. «Todos nos hemos sentido raros en estos días y nos seguimos sintiendo así... Me temo que lo que ha pasado no ha servido para nada. Esos pájaros que cantaban ya se han ido del jardín». Así de poético y reflexivo comenzó Veneno la presentación de la canción, que remató con la letra de un tema que cantaba Camarón de la Isla: «Yo pegué un tiro al aire, cayó en la arena, confianza en el hombre, nunca la tengas...».

De África a Ucrania

Genio y figura, el artista catalán no se mordió la lengua tampoco cuando le llegó el turno a ‘Hambre’. «Dicen que en África pasan hambre por culpa de la guerra de Ucrania, por lo visto solo se alimentaban con trigo ucraniano», comentó con ironía antes de arrancar con este tema con toque flamenco y electrónico.

El músico ofreció a la audiencia «una dosis pequeñita» de ‘Veneno’, canción del disco ‘Está muy bien eso del cariño’, para luego invitar a los presentes a cantar con él ‘Los tontos’, el tema que lanzó recientemente con C. Tangana. A esas alturas ya eran unos cuantos los que habían decidido levantar el culo del asiento, bien por lo incómodo de las sillas o bien por ver al genio más de cerca y de paso echarse unos bailecitos. La gente se fue animando todavía más con ‘Coge la guitarra’ y con ‘Luna nueva’, con sabor a Elvis, pero también a Michael Jackson. No faltó tampoco el homenaje a Peret con ‘La rama de Barcelona’.

Para la recta final, Kiko Veneno se guardó las joyas de la corona ‘Joselito’ y ‘Echo de menos’, y una sorpresa, la aparición en escena del guitarrista Raúl Rodríguez, cabeza de cartel junto a Martirio (su madre) de las primeras Jornadas flamencas de Sant Josep, que se celebran este fin de semana en el auditorio Caló de s’Oli, en Cala de Bou. El músico, que deslumbró por su maestría con el tres flamenco (una guitarra creada por él), siguió acompañando a Veneno y la Banda del Retumbe hasta el final. Uno de los momentos apoteósicos de la velada llegó en ‘Mercedes blanco’, con el duelo de guitarras que protagonizaron al final del mítico tema Rodríguez y José Torres. Veneno no se hizo de rogar y con el público en pie, aplaudiendo a rabiar y gritando «¡otra!», decidió despedirse ‘Volando’ y haciendo volar al público, enamorao de Kiko y de la vida, aunque a veces duela.

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